Icebergs gigantes siguen una poderosa corriente hacia el Océano Atlántico Sur donde lentamente se desintegran, 'muriendo' cerca de la isla de Georgia del Sur, territorio británico. Este rito de la muerte de los colosos de hielo afecta significativamente el ecosistema de esta isla que se encuentran cerca del archipiélago de las Islas Sandwich del Sur. Al desintegrarse se derriten depositando miles de millones de toneladas de agua helada en el ambiente.
Uno de los efectos que científicos británicos han detectado es el que tiene que ver con los krills, un tipo de crustaceos similares a los camarones, que sirven de alimento a buena parte de la fauna local de las isla Georgias del Sur, y los cuales siguen las mismas corrienets que los icebergs, pero que en ocasiones se ven bloqueados por estas masivas murallas de hielo. En años donde fluyen una buena cantidad de icebergs, se pueden observar las playas de estas islas llenas de aves muertas, especialmente crías de diferentes especies, ya que los animales comen estos crustaceos para tener éxito en su reproducción.
A esta zona llegó en el 2004 el mega-berg A-38, el cual tenía una masa de 300 giga toneladas y se desintegró en 100 mil millones de toneladas de agua fresca. Tan sólo ese iceberg tuvo poderosos efectos para el ecosistema.