Cirujanos chinos salvaron la vida de un hombre que accidentalmente se tragó unas tijeras de metal. En un episodio un tanto tragicómico, incluso hilarante, Lin Kong pidió prestado un par de tijeras a un compañero para rascarse la masilla de los dientes a falta de un palillo dental. Sin embargo, en el proceso poco ortodoxo de higiene bucal, el buen Lin engulló el peculiar alimento metálico luego de que soltará una carcajada provocada por el chiste de uno de sus amigos.
Tras ingerir las tijeras Lin trató de extraerlas de su garganta tosiendo y haciendo contorsiones con el cuello pero sólo logró que estas se deslizaran por completo al esófago. Afortunadamente fue trasladado a un hospital cercano en la ciudad de Putian, al este de China. El cirujano Chein Wein, quien recibió a Lin, afrimó: "Cuando llegó su rostro estaba torcido, estaba pálido, y sudando mucho. El paciente tenía dificultades pra tragar y había mucha sangre entremezclada con la saliva". El problema es que Lin tenía que ser operado con anestesia local ya que la general hubiera relajado su cuerpo provocando que el intruso se deslizará aún más a fondo. Por suerte esta singular historia tuvo un final feliz, y tras 30 minutos en el quirofano los doctores lograron extraer las tijeras de la tráquea del paciente.
via Telegraph
