Iglesia evangélica en Brasil prohibe usar USBs porque ‘simbolizan al diablo’
Por: Jimena O. - 11/19/2010
Por: Jimena O. - 11/19/2010
Tal vez la reciente fiebre de posesión satánica y la insuficiencia de exorcistas en la iglesia católica en Estado Unidos pueda explicarse por la proliferción de la unidades de almacenamiento de memoria digital USB, esos útiles y estilizados dispositivos satánicos. Una iglesia evangélica en Sao Paulo prohibió a sus seguidores el uso la de cualquier dispositivo USB por su simbología "diabólica". El símbolo que los evangelistas brasileños ven en el USB es el tridente con el cual Satán hace fechorías, como picar los gluteos de la mujeres o recibir rayos de la muerte de la estrella Sirio.
Lo que sí se permite es el uso del Bluetooth, porque "azul era el color de ojos de Jesucristo", dice Welder Saldanha, líder espiritual de la Iglesia evangélica "Paz do Senhor Amado. ¿Aunque si Jesucristo era judío, acaso no es más probable que haya tenido los ojos cafés? (Claro que el auzl del Bluetooth también podría ser el cielo, o podría también simbolizar la transmisión de información de forma incorpórea a través del Espíritu Santo).
Los fieles de esta radical Iglesia esperan otra lista de lo que no pueden usar: por precaución están tirando sus tenedores de tres puntas, rastrillos para barrer pasto, rastrillos para jugar en la playa y cualquier cosa que se parezca a este maligno elemento de tortura usado en el Averno.
Esto evidentemte explica porque estas 17 colegialas de Trinidad y Tobago repentinamente fueron poseídas por la Bestia: la tecnología USB llegó a esta isla Caribeña.
La interpretación de la tecnología como un instrumento satánico se orgina fundamnentalmente de los siguientes versículos de las Revelaciones de San Juán:
"13:16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;
13:17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre".
Actualmente muchos cristianos fervorosos interpretan la marca del diablo de estos versos extrañamente tecnológicos como un chip; hace unos años era más común interpretarlo como el código de barras. Este chip, que sería obligatorio y que es asociado con el Nuevo Orden Mundial, digitalizaría todas las operaciones financieras e incluso podría transmitir un extraño pulso de control mental convirtiéndonos a todos en zombies robóticos.