Dentro del infinito repertorio de fenómenos mágicos al interior de la naturaleza, que manifiestan un cierto carácter lúdico de la perfección de Gaia, sin duda podríamos incluir el espectro de Brocken. Este despliegue que raya entre la óptica distorsionada y la proyección mística se genera cuando los montañistas se encuentran por encima de las nubes y, tras una certera alineación entre la luz del sol y la sombra humana, esta se proyecta en la nube ubicada en una altitud menor, diseñando una entidad con aura multicromática que simula flotar.
La compleja sincronía de condiciones necesarias para que el espectro de Brocken se genere hacen de este inspirador fenómeno óptico uno de los más cotizados a los que tiene acceso el ojo humano. Esta imagen fue captada por alpinistas en las montañas Tatra de Zakopane, Polonia, quienes tuvieron el privilegio de presenciarse como seres celestes que reposan firmemente en las nubes, como una especie de arquetípica videoproyección de la conciencia elevada que todos somos capaces de emanar.