Todos saben de quien hablo, nadie con más prensa en los últimos veinte siglos; sus pares de otras religiones han quedado relegados en cuanto a la difusión mediática; los datos de su existencia son bastante ambiguos, en algunos casos forzados y en otros, decididamente inventados. Mar Bara Sarapion, filósofo de Samosata, Flavio Josefo, historiador judío, Cornelio Tacito y Suetonio, romanos, el Talmud de aquellos años, aseveran que fue visto rondando Jerusalén este revoltoso, hechicero o mesías, digo, que hablamos de” datos históricos”, no de ”historias contadas”. Despues vino el personaje; quién fue y qué hizo este buen muchacho, un rebelde zelota, un monje esenio, un líder carismático rodeado de amigos que lo seguían todo el tiempo, mientras se mezclaban con gente de todas las raleas, afecto a dar consejos y a propagar sus pensamientos, amigo de ir a fiestas, liberal con las mujeres, compasivo ante el dolor ajeno, solidario y cariñoso, crítico implacable de los poderosos, enemigo de las injusticias, mago y sanador; decididamente Jesús fue un hombre fascinante, que seduce tan solo porque es bueno, solo eso tan simple y básico, un hombre bueno; su trágico final confirma la regla”no hay piedad para los justos”, asi fue y sigue siendo. En su nombre se cometieron atrocidades y crímenes infames y lo que es peor se institucionalizó la idea del poder supremo y castigador, en la figura del infierno. Piensa conmigo en tus momento de dolor y desazón , la sola idea de alguien que te acompañe, que te da paz, sin juzgarte, aceptando tus errores, empujándote a la vida, sin importar siquiera su nombre, entonces tal vez, aquella antigua historia valio la pena. Los abrazo y la seguimos pronto .