Ya sea para atenuar el peso de sentirse absurdo al recaer en hábitos obsoletos, o simplemente por prudencia, todo ciudadano puede reducir drásticamente su producción de basura plantando una moringa oleífera en su jardín. El valor nutricional de este árbol es tan extraordinario que su mera existencia confirma que la ignorancia es más mortífera que el hambre: desde que se descubrieron las propiedades de la moringa hace dos décadas la organización Trees For Life International ha emprendido una amplia campaña informativa en Senegal, uno de los países nativos del árbol, y en el que hasta el año pasado 25,000 personas seguían muriendo de hambre diariamente.
Con 4 veces más vitamina A que la zanahoria, 7 veces más vitamina C que la naranja, 4 veces más calcio que la leche, 3 veces más potasio que el plátano, 25% de proteína más que el huevo, los 8 aminoácidos esenciales para el humano y cantidades significativas de hierro, fósforo, magnesio y otros nutrientes, la hoja de moringa es un alimento completo en sí. Su semilla, madurada en vainas, contiene todas las vitaminas del complejo B en grandes cantidades. Estas semillas (que también son usadas en la India para tratar la disfunción eréctil) se componen de 35-40% de aceite dulce comestible, muy similar al de olivo; pero si se dejan secar en su vaina y luego se trituran en polvo, se obtiene una harina con propiedades floculantes, es decir que aglutina y sedimenta el 90-99% de bacterias y residuos en el agua, lo que clarifica incluso el agua más negra, bastando hervirla para que sea potable. Si a esto añadimos las propiedades medicinales, el rápido crecimiento (hasta 4 metros en un año), la resistencia a la sequía (aunque no a la helada) y una flor extremadamente melífera, se entenderá por qué la comunidad científica habla del "árbol milagro".
La única parte del árbol que no debe ingerirse es la raíz, pues contiene una elevada dosis de un alcaloide que puede ser fatal. Todo lo demás es una excelente alternativa ante los alimentos enlatados, empacados, embotellados y procesados que la insensatez de la vida urbana tantas veces nos empuja a consumir. Las semillas pueden conseguirse en Xochimilco, y aunque se dice que el árbol no se da a más de 1800m, está comprobado que, con suficiente atención y mucho sol, germina y crece en el D.F. Ésta es una oportunidad para quienes no tengan jardín de aprovechar todos esos cajetes vacíos que hay en las aceras.
Autor: Paul Henry Nevin/Colaborador PS
Las semillas se pueden adquirirse en Internet aquí