Por años pensamos que el hombre y las ratas éramos las únicas especies capaces de poblar el mundo entero, sin embargo esto no es así. De acuerdo con un grupo de científicos de Japón y España, encabezados por Eiriki Sunamura de la Universidad de Tokyo, las hormigas argentinas que habitan en América, Europa y Japón pertenecen a la misma colonia y no pelean entre sí. Todo indica que una gran familia de hormigas lucha hombro con hombro por la dominación del planeta, junto con los seres humanos.
Las hormigas argentinas (Linepithema humile) son nativas de Sudamérica pero irónicamente fue el hombre el que se encargó de llevarlas a todos los continentes del mundo, salvo la Antártida. La hormiga argentina, junto con el hombre, se ha convertido en la peor plaga del planeta.
De acuerdo con los científicos, en Europa existe una gran colonia de estas hormigas que ocupa una franja de 6,000 km a lo largo de la costa mediterránea, existe otra en California que ocupa una extensión de 900 km y otra en la costa oeste de Japón, en Kobe.
A diferencia del nosotros, las hormigas argentinas, que tal vez comparten la adaptabilidad a tierras foráneas de los humanos de su país, no muestran señales de agresividad entre sí, se reconcoen por señales químicas emanadas de sus cutículas, frotan su antena en camaradería y no intentan evitarse.
La clave de su éxito es que a diferencia de otras especies de hormigas, las hormigas argentinas no luchan entre sí y viven en respetuosa armonía. Sin agresividad. conectadas por una mente comunal urdiendo un plan maestro del cual, como en un holograma, cada una es parte indisiociable. Suena interesante.Tal vez las hormigas argentinas nos puedan enseñar el significado del sueño cliché de la paz mundial o, un equivalente: "Mi sueño es que todos nos convirtamos en hormigas".
