Con cierta perspectiva de lugar común, a los hombres solteros se les piensa a veces como personas poco efectivas en la ejecución de tareas domésticas básicas como cocinar, lavar la ropa o limpiar la casa, las cuales se suelen asociar al rol femenino, especialmente en sociedades tradicionales o premodernas.
El cliché, sin embargo, parece tener cierto sustento real, al menos a decir de los resultados de un estudio publicado recientemente, según el cual los hombres solteros no se preocupan mucho que digamos por la higiene en su ropa de cama, pues buena parte de ellos puedeb tardar hasta cuatro meses en cambiar y lavar las sábanas del lugar donde duermen.
El estudio fue realizado por la firma de investigación de mercados y análisis de datos YouGov entre 2 250 personas residentes en el Reino Unido, tanto hombres como mujeres mayores de edad (de 18 a 60+ años).
De acuerdo con los resultados obtenidos, 45% de los hombres encuestados pueden tardar hasta cuatro meses en cambiar sus sábanas, un porcentaje que contrasta notablemente con la respuesta mayoritaria en mujeres, entre quienes seis de cada diez realizan el cambio de sábanas cada dos semanas (entre los hombres encuestados, únicamente el 25% cambia de sábanas con esta misma frecuencia).
Entre las principales razones por las cuales los hombres demoran tanto en renovar su ropa de cama, se encuentran el olvido, no creerlo necesario o simplemente… no tener otro juego de sábanas.
Si bien esta encuesta tiene sus limitantes, puede tomarse como un buen punto de partida para reconsiderar el lugar que tiene la higiene en el imaginario masculino, así como la autonomía en el campo de las tareas domésticas más elementales.
Con estos resultados a la vista, no parece una casualidad que el psicólogo Jordan Peterson haya ganado popularidad entre hombres adultos jóvenes con un consejo tan aparentemente sencillo como “limpia tu cuarto”, acción que, en su perspectiva, es capaz de transformar radicalmente la vida.