El mundo se revela sólo a quienes viajan a pie

Este es el secreto de los grandes viajeros: hay que ir por el mundo a pie y con pocas cosas encima. El turismo es un cáncer, pero los viajes son vías regias hacia la sabiduría y el descubrimiento. 

Werner Herzog y Bruce Chatwin son dos grandes viajeros, exploradores de lo remoto y a la vez grandes artistas. El director de cine alemán recientemente estrenó una película en memoria de su gran amigo, el viajero y escritor Bruce Chatwin, quien murió hace 30 años.

Entrevistado por National Geographic en ocasión del documental Nomad: In the Footsteps of Bruce Chatwin, Herzog habló de algo esencial que los unía. No sólo viajar, sino hacerlo de cierta forma. A pie y con pocas cosas:

Instantáneamente entendimos que como viajeros estábamos haciéndolo a pie y nadie más lo hacía. Por supuesto que había mochileros, pero ellos llevaban una variedad de cosas en sus espaldas: su tienda de campaña, sus utensilios de cocina, sus tapetes, su bolsa de dormir. Y así sucesivamente. Nosotros sólo teníamos cubiertas las necesidades más básicas. Eso nos obligaba a conectar con el mundo. 

Herzog añade que hay una importante diferencia que separa a los que viajan a pie de esta forma, pues están en un estado de disponibilidad y de apertura, sin planes: "Las personas reconocen que hay algo distinto en quien viaja a pie. A mí me invitaban [a pasar a sus casas]‚ y me contaban historias de sus vidas que no le habían dicho a nadie. Ese es el tipo de viajes que ambos hacíamos". 

El director alemán considera que caminar y recorrer largos territorios es algo que, aunque pueda ser poco común hoy en día, forma parte de la naturaleza del ser humano: "Estamos biológicamente hechos para cubrir distancias a pie. Lo hicimos durante miles de años hasta que empezamos a usar caballos, y luego, por supuesto, la edad de las máquinas". Herzog especifica que lo que se hace no es un simple paseo o "una caminata de poder". Es "viajar a pie" para así "leer el mundo, aprender la esencia del mundo. A Chatwin le gustaba mi dicho: el mundo se revela sólo a quienes lo recorren a pie".

Antes de morir, Chatwin le entregó a Herzog su mochila. Después de muchos años Herzog todavía la conserva, pero no sólo como un recuerdo, sino que la usa a menudo en sus viajes. En ella carga únicamente "un cambio de ropa interior, calcetines, cepillo de dientes. Sólo lo esencial. Una cantimplora. Siempre llevo también unos binoculares. Y un cuaderno y una pluma".

Además de por el estilo de viajar, Chatwin y Herzog estaban unidos por su desprecio del turismo: "El turismo está destruyendo tantas culturas. Yo tengo un dicho: 'El turismo es pecado, viajar a pie es una virtud'. A él le gustaba". Se trata sin duda de dos espíritus afines, incontenibles, sabios nómadas de nuestros tiempos.


También en Pijama Surf: El día que Werner Herzog se comió su zapato (VIDEO)

Imagen de portada Wintergest / FredAm

© 2017 - pijamasurf.com Todos los derechos reservados