Recientemente Netflix anunció la mayor pérdida de suscriptores que ha tenido en su historia, con un aproximado de 200 mil suscripciones perdidas en el primer trimestre de este año. A ello se suma una proyección realizada para la empresa en la que se prevé que perderá otros 2 millones de suscriptores en los siguientes 3 meses de 2022.
Ante este panorama, el servicio de streaming analiza opciones que contribuyan a reducir el impacto de la caída. Por ejemplo, atacar uno de los fenómenos más característicos del uso de la plataforma: el hecho de que los usuarios comparten su contraseña y medio de acceso con personas que no necesariamente pagan el servicio. De acuerdo con un estudio de la propia empresa, casi 100 millones de hogares en todo el mundo acceden a Netflix de esa manera.
Una forma en que esos accesos parcial o totalmente gratuitos podrían convertirse en ingresos para la empresa podría ser cobrando un costo por ese hogar “extra” con quien se comparte la contraseña.
De hecho, esa medida ya existe en tres países de América Latina: Chile, Costa Rica y Perú, en donde voluntariamente los usuarios pueden extender el servicio a otra persona pagando el equivalente en moneda local a 3 dólares, costo significativamente menor teniendo en cuenta que en dichos países la suscripción oscila entre 9 y 15 dólares.
Otra posibilidad es ofrecer un plan de suscripción de menor costo pero que incluiría anuncios y publicidad en la plataforma.
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