Paolo Nori, reconocido profesor de literatura rusa y traductor, dijo ayer en su cuenta de Instagram que la Universidad de Milán-Bicocca le informó que tendría que cancelar su curso sobre las novelas de Fiódor Dostoyevski. La prohibición de este curso viene en relación a la invasión rusa de Ucrania y las sanciones que el bloque de países occidentales han hecho efectivas.
Según la Universidad, el curso fue cancelado "para evitar alguna forma de polémica en un momento de fuerte tensión". Nori, visiblemente afectado, cuestionó el hecho de "censurar un curso, no sobre un ruso vivo, sino sobre uno muerto, que cuando vivía fue condenado a muerte por hablar de una cosa prohibida... Lo que está sucediendo en Ucrania es una cosa horrible". Pero, por otra parte, "lo que esta sucediendo en Italia es una cosa ridícula. Una universidad italiana que prohíbe un curso sobre Dostoyevski es una cosa increíble".
Nori sugirió que es en estos tiempos cuando más importantes se vuelven pensadores como el gran escritor ruso, artista de una enorme profundidad espiritual. Asimismo, señaló que los pensadores rusos fueron una importante influencia en las ideas de no-violencia de Gandhi.
La prohibición de un curso de Dostoyevski, aunque no parece un hecho trascendente ante los graves sucesos que ocurren actualmente en Ucrania, es signo de una tendencia propia de la cultura occidental de cancelar a aquellos pensadores que dejan de ser, por uno u otro motivo -a veces por modas y a veces por fanatismo-, políticamente correctos.
La Universidad de Milán-Bicocca cuenta con más de 30 mil estudiantes y es considerada una de las mejores de Italia (apareció en el primer lugar del ranking del Times Higher Education de 2014).
Hace unos días también en Italia se canceló la participación de artistas rusos en el Festival de Fotografía Europea de Reggio Emilia, que sería dedicado a la fotografía rusa. Los organizadores argumentaron que en este momento la exposición no construiría puentes sino que crearía más muros.