Aunque a veces nos parezca increíble, la naturaleza guarda todavía muchos secretos que se le escapan al ser humano.
Uno de ellos fue develado recientemente, luego de que un grupo de exploradores descubrió una especie de sapo previamente desconocida.
El hallazgo se realizó en la región conocida como Mata Atlántica o Bosque Atlántico, compartida por los territorios de Brasil, Paraguay y Argentina. Específicamente, el descubrimiento ocurrió en la región perteneciente a Brasil.
El sapo fue descrito como una especie pequeña, aproximadamente del tamaño de un dedo pulgar humano. Su color es naranja fluorescente.
Como en el caso de otras especies semejantes, este sapo color “calabaza” desarrolló dicha tonalidad vívida y atractiva como una señal de alerta, pues en su piel se encuentra una toxina venenosa y potencialmente letal para quien entre en contacto con ella, en especial los depredadores.
La especie, bautizada como Brachycephalus rotenbergae, fue descubierta en una expedición a cargo de Ivan Sergio Nunes Silva, herpetólogo de la Universidad de São Paulo.
Aun con ser uno de los países que albergan a la mayor cantidad de especies de anfibios en todo el mundo (aproximadamente mil especies distintas), Brasil no cuenta actualmente con una política vigente de conservación natural. Por el contrario, tan sólo la Mata Atlántica ha perdido en los últimos años el 93% de su área original a causa de la deforestación desmedida y la expansión de la agricultura.
Entre otras implicaciones, este hallazgo puede tomarse como un ejemplo de la importancia que tiene la conservación del medioambiente en nuestros días.