Uno de los químicos que más promesas generan en la medicina es el óxido nítrico, mejor conocido como "el gas de la risa". Este gas fue estudiado por William James (el gran psicólogo de Harvard), quien experimentó con esta sustancia como parte de sus estudios sobre misticismo y exploración de estados de conciencia alterada hace más de cien años.
En 1998, el descubrimiento de que el ser humano produce óxido nítrico le valió a Luis Ignarro y un par de colegas el Premio Nobel. Se encontró también que el óxido nítrico promueve la circulación y aumenta los niveles de oxígeno en la sangre.
El óxido nítrico ayuda relajar los músculos de las arterias, previene la presión arterial alta e impide que se produzcan coágulos. Quizá su aplicación más conocida es su uso en el desarrollo del famoso fármaco Viagra, pues este gas promueve la circulación de la sangre al tejido eréctil.
En los últimos años se han dado a conocer otros posibles beneficios. El mismo Ignarro ha destacado las propiedades antivirales de este gas, y la importancia de respirar por la nariz (pues esto produce mayores cantidades en el cuerpo).
En un reciente estudio se encontró que el óxido nítrico puede ayudar a tratar la depresión. Investigadores de la Universidad de Washington en St. Louis Missouri, observaron que cuando los participantes inhalaron dosis bajas de este de gas, su depresión disminuyó en las siguientes dos semanas.
Los investigadores hallaron también el mecanismo de acción en el cerebro: el gas bloquea las moléculas de ciertas las receptoras llamadas N-metil-D-aspartate (NMDA). Estos mismos receptores son bloqueados por la ketamina, una sustancia popularmente usada para fines recreativos y que ha sido aprobada para el tratamiento de la depresión. Al parecer "el gas de la risa" también es, hasta cierto punto, el gas de la felicidad.
La terapia con esta sustancia resulta interesante en tanto que tiene efectos positivos de manera inmediata, al igual que la ketamina, algo que no ocurre con muchos de los antidepresivos utilizados comúnmente.
Además de inhalarlo, se puede aumentar el flujo de óxido nítrico tarareando o zumbando. Algunas sustancias como el betabel contienen cantidades importantes de óxido nítrico. También puede incrementarse su producción consumiendo ciertos suplementos como la L-Arginina. Sin embargo, es importante mencionar que en el estudio realizado se utilizó óxido nítrico puro inhalado, así que no se puede garantizar que los suplementos sean efectivos para tratar la depresión.