Todos queremos sentirnos bien (anímica y físicamente). En esta finalidad compartida existen diversos caminos para acercarnos a ello; medios, hábitos que pueden ayudarte a que sientas avances cada día. Para la mente hay tanto ejercicios físicos que refuerzan este misterioso órgano como otros que parecieran no tan ligados a éste, pero cuyos beneficios se manifiestan generosamente en su salud.
Mindfulness
La meditación activa las las regiones del cerebro de orden más alto, incluyendo las cortezas orbitofrontal y cingulada. También está comprobado que disminuye el estrés y, asombrosamente, tan sólo 8 semanas de meditación continua son capaces de cambiar la morfología del cerebro en las áreas de materia gris relacionadas con la memoria, la empatía y el estrés.
Agradecimiento
Según la ciencia el agradecimiento es básico, ya que no hace más que generar emociones positivas en ti, como felicidad, dicha y alegría. Así que comienza; siempre hay algo que agradecer, sólo es cuestión de aprender a verlo.
Escribir tus emociones
A veces cargamos con traumas porque no hemos sido valientes para ponerle nombre a eso que sentimos respecto a ciertas experiencias. Escribir una especie de diario de tus emociones hará que te conozcas a ti mismo y te ayudará a entenderte y a (quizá lo principal) reconocer aquello que ha sido importante en tu vida, aunque intentes bloquearlo y lo consideres como negativo.
Haz manualidades
Hacer algo manual, como cocinar, tejer, dibujar, etc., hace que tu cerebro produzca dopamina, la horma de la recompensa, la cual genera una sensación muy placentera; también producirás endorfinas y serotonina, la hormona del buen humor.
Lava tus dientes con la mano que menos usas
Está comprobado que hacer cosas con la mano que menos utilizas resulta en la expansión de la corteza de tu cerebro que procesa el sentido del tacto.
Haz deporte
Las personas deportistas tienen más desarrollado el hipocampo y los ganglios basales, asociados a la memoria, la acción, la conducta, la toma de decisiones y el sentido espacial.