A veces, el código que sostiene nuestro programa de realidad arroja extrañezas inesperadas. Algunos milagrosos y otros simplemente improbables, estos fenómenos ocurren para recordarnos que no todo puede desentrañarse detectando patrones o, mucho menos, advirtiendo tendencias y analizando probabilidades. Esta reflexión nos llega luego de enterarnos del reciente caso de Mary Ann Franco, una señora de Florida que tras permanecer 20 años sin poder ver de pronto recobró la vista, y de una manera bastante inesperada.
Actualmente de 70 años, Franco perdió paulatinamente la vista en 1993, cuando se lastimó la espina dorsal en un accidente automovilístico. "Estaba completamente ciega, sólo podía ver un fondo negro", declaró en una entrevista para The Independent. Sin embargo, un día como cualquier otro en su vida como adulto mayor e invidente ocurrió otro accidente que nuevamente le cambiaría la vida: "Estaba en la sala de mi casa y me dirigía a la puerta. Me tropecé y caí al suelo, golpeándome la cabeza por detrás contra algo, posiblemente la chimenea".
El cuerpo humano y en particular el cerebro tienen tal complejidad, tal perfección, que debemos reconocer que a pesar de llevar siglos estudiándolos aún mantienen una buena porción de sus secretos. Cuestionado sobre este fenómeno el neurocirujano que dirigió la cirugía de Franco, el doctor John Afshar, afirma: "La recuperación de la vista de Mary Ann Franco es un verdadero milagro. En verdad no tengo ninguna forma de explicarlo científicamente".
Una hipótesis es que a causa del accidente automovilístico se pudo haber afectado una arteria, lo cual provocó que dejará de circular la suficiente sangre que la región cerebral destinada a la vista necesita para operar, y durante la operación tal vez los doctores, de forma involuntaria, destaparon dicha arteria. Sin embargo, no está claro cómo ocurrió en realidad esto.
El caso, por cierto, nos recuerda a otros en los que traumatismos detonan milagrosas consecuencias, por ejemplo, el hombre que desarrolló increíbles facultades musicales o el que "descubrió el lenguaje matemático del universo", ambos tras recibir duros golpes en la cabeza.