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La personalidad del individuo se refleja en todos los aspectos de su vida. El temperamento encarna en formas perceptibles tan definidas como el estilo al vestir, la decoración de la casa, los hábitos rutinarios y hasta el carácter de las mascotas. El psicólogo Shigehiro Oishi, en un estudio de la Universidad de Virginia publicado en el Journal of Research of Personality, encontró que los extrovertidos prefieren la playa, mientras que los introvertidos prefieren las montañas.
La hipótesis de Oishi está basada en la idea anterior del campo, que habla del "ajuste personalidad/ambiente": de acuerdo a valores y deseos individuales, seleccionamos activamente el contexto en el cual nos desarrollamos.
Así, la personalidad, sumada a la genética, es la gran fuente de diferencias en los patrones de comportamiento, cognición y emoción. La personalidad afecta de forma positiva o negativa la interacción con el entorno social y ambiental, así como nuestra respuesta a situaciones específicas. Las distintas personalidades, además, interactúan entre sí. Los seres humanos extrovertidos socializan, los introvertidos están tranquilos. Las personalidades se configuran geográficamente desde la forma de ser, el trabajo que eligen, la oficina y las actividades creativas, hasta el lugar de vacación y el país donde radican.
¿Estás listo para un día de playa?
El equipo de 921 estudiantes de Oishi fue el encargado de calificar a los voluntarios mediante un cuestionario estándar de personalidad. Entre los datos obtenidos también se halla la edad, el género, la raza, el sexo, la nacionalidad, el nivel socioeconómico y las preferencias.
A un grupo se le mostró pares de imágenes de playas y montañas boscosas, y se le preguntó cuál preferían visitar, con un costo y tiempo en promedio igual para ambos lugares. La extraversión resultó ser un promotor significativo de la preferencia al mar.
¿Te gusta irte solo de camping?
¿Por qué la gente decide refugiarse en lo solitario de las montañas? La elección del destino es la fotografía de nuestra personalidad.
Los investigadores preguntaron a otra muestra de estudiantes, entre la playa y la montaña, a dónde iría por diversión y a dónde en busca de tranquilidad. La mayoría de los encuestados respondió que por diversión iría con los amigos a la playa y, afirmando la hipótesis de los investigadores, que las montañas eran mejores para estar a solas.
¿El viaje hace a nuestra personalidad o la personalidad hace al viaje?
Cuando decidimos viajar, nuestra personalidad escoge los lugares que satisfacen nuestras expectativas. Los estudios muestran que las personas con valores, políticas y personalidades similares prefieren determinadas regiones, en parte por elección. Lugares apartados hacen más introvertidos a los que ya lo son, mientras que los lugares abiertos animan más a la extroversión.
Oishi y su equipo de trabajo trataron de averiguar si los introvertidos y extrovertidos se agrupan geográficamente. De acuerdo a la 'montañosidad' de cada estado de Estados Unidos, el equipo de Oishi desarrolló una encuesta de personalidad que se realizó durante varios años a cientos de miles de encuestados. En la muestra de población encontraron una fuerte correlación entre la elevación y la introversión a nivel estatal: entre más montañoso el estado, más introvertida su población.
Para ver si la geografía pone de manifiesto ciertos rasgos de la personalidad y conocer si la montaña hace más introvertido al introvertido, colocaron a los participantes al azar en dos puntos del campus de la UVA: una loma tranquila o un campo abierto. Los voluntarios fueron entrevistados por los investigadores antes y después del ejercicio, para ver si la colina hizo más tranquila a la gente introvertida, y si el área abierta volvió más extrovertidos a los ya sociables.
Aunque el terreno no hizo a la gente más introvertida, se puede decir que una afortunada fracción de introvertidos era más feliz en la zona aislada que en el área abierta, lo cual es consistente con la hipótesis persona/medio ambiente.
Así como nosotros modificamos el entorno con nuestra personalidad, alimentando la psique con viajes, también está la variante de que el entorno moldea a su vez nuestro temperamento. Las personas que se van de ermitaños a lugares boscosos alejados de la gente tienden a ser más introvertidas y suelen preferir lugares montañosos para vacacionar, mientras que quienes viven en lugares ‘abiertos’ gustan de visitar más el mar.
Con tal de solventar miedos como salir de la 'zona de confort', no dominar el idioma, perderse, sentirse diferente o no encajar, temor al choque cultural o, si se es mujer, de viajar sola, las opciones de viaje pueden reducirse a un número pequeño.
Cual fractal, la personalidad se conforma por múltiples capas, incluyendo aspectos biológicos, culturales, ambientales y de estatus social específicos para persona. Así que, después de buscar tips para viajar gratis en avión no quedará más que someterse a un rápido test de personalidad, retar a la psique y escoger el lugar de acuerdo a nuestra personalidad.
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