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El 10 de diciembre pasado, Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en legalizar la producción, comercialización y consumo de marihuana. Esto ha sembrado un precedente de suma importancia que podrá ser cultivado en otras latitudes en forma de experiencia: el presidente del país, José Mújica, se ha referido a la nueva legislación como "un experimento" que tiene raíces naturales en su país, pues mientras en los años de la prohibición en E.U. los gángsters bañaban las calles de sangre, Uruguay legalizaba el alcohol y se ahorraba el baño de sangre.
¿Pero cuál es la situación del resto de los países del mundo con respecto a la legalización de los distintos procesos productivos involucrados en el consumo de cannabis?
El presente infográfico muestra al día de hoy la regulación respectiva de cada país del mundo con respecto a esta planta. Mientras que muchos países han descriminalizado la posesión de pequeñas cantidades (al menos en muchos países de Sudamérica) así como el cultivo con fines de consumo personal (como en España), la posesión también es legal en Holanda y en los estados de Washington y Colorado, en la Unión Americana, y este último estado se convirtió en mayo pasado en el primer mercado de cannabis completamente regulado para consumo adulto.
Para el presidente Mújica de Uruguay, el consumo de cannabis debe tratarse como una adicción similar al alcohol o al tabaco, y su exceso en el consumo, a su vez, como un problema de salud y no como un crimen. Tal vez el resto de los estados puedan adoptar medidas similares frente a los trágicos y costosos errores de la lucha militar contra las drogas. La criminalización sólo alimenta las cárceles y promueve la discriminación. Sólo así podremos avanzar rumbo a una sociedad adulta.