Creer que los infantes son incapaces de decidir qué quieren aprender y cómo deben hacerlo, es un nocivo, según educadores como Juárez Correa. Su método de enseñanza, ha logrado que niños de su escuela sobresalgan notablemente en ciencias como matemáticas y español. El caso más relevante es el de la niña de 12 años, Paloma Noyola Bueno, quien ganó el año pasado el primer lugar en matemáticas en la prueba ENLACE- examen académico del sistema de educación mexicano. Su historia es especialmente importante, si consideramos que esta pequeña vive en una zona marginada de la ciudad fronteriza de Matamoros, permeada por el narcotráfico y la violencia.
Hace unos días la portada de la prestigiosa revista Wired, publicó un artículo sobre esta niña, calificándola como la próxima Steve Jobs, en reconocimiento a sus extraordinarias habilidades matemáticas. La publicación también reconoce a Juárez Correa y su método, el cuál promueve que los niños interactúen con las computadoras prescindiendo de instrucciones previas, así, ellos mismos encuentran su propio camino de aprendizaje, generan sus dudas, y las resuelven. Este sistema conocido comúnmente como “Mitra”, genera que los alumnos se sientan capaces, y particularmente interesados en resolver sus propias inquietudes.
Recordemos que un estudio reciente en México, encontró que el 96% de los niños genio- con un IQ alto, pierden su potencialidad, debido a falta de estímulos. Lo anterior se agudiza por un sistema educativo ineficaz que ha evidenciado que los niños necesitan otro tipo de incentivos.
El profesor Juárez Correa está comprobando que incluso al interior de los tradicionales programas educativos, pueden implementarse medidas pedagógicas que acrecienten las probabilidades de aprendizaje de los niños, aún en los entornos impregnados por la más precarias condiciones, revelando que la vocación por enseñar, es más poderosa que el entorno.