Difícil imaginar propaganda electoral más sensual que un grupo de apasionadas jóvenes rusas que recurren a su propia desnudez para promover una candidatura presidencial. Se trata del "Ejército de Putin", una organización aparentemente independiente que bajo el lema "Me arrancaría la ropa por Putin" propone una iniciativa para respaldar la virtual tentativa electoral del actual premier ruso y ex-presidente. Últimamente se han intensificado los rumores de que Putin podría contender para encabezar, por segunda vez, el gobierno de Rusia, luego de que ya fue el mandatario de su país entre 2000 y 2008, para inmediatamente después convertirse en el primer ministro del actual presidente, Dimitry Medvedev (aunque se rumora que es el propio Putin quien ha tomado las decisiones claves durante los últimos tres años).
La figura de Putin, popular por ser un frío e implacable líder y alrededor de quien, como todo jefe de gobierno ruso, existen sombrías historias, se presenta como un interesante y versátil personaje: ya sea apareciendo en una demostración televisada de judo, recurriendo a modelos rusas para espiar a sus detractores o disparando dardos a una gigantesca ballena gris, sin olvidar que entre sus propiedades se cuenta una especie de palacio secreto en la costa rusa o que se le considera una reencarnación del Apostol Pablo por una bizarra secta femenina, lo cierto es que la paradójica simpatía de Putin, que raya entre lo inmutable de un ex-agente de la KGB y lo carismático de un domador de animales salvajes, le ha valido el respeto de buena parte de sus ciudadanos (aunque no queda claro qué pesa más en este fenómeno, si la simpatía o el temor).