Consumo de frijol disminuye en México porque se considera alimento "de pobres"
Sociedad
Por: Marijo Bazán - 07/27/2022
Por: Marijo Bazán - 07/27/2022
El frijol es una de las semillas más versátiles dentro de la cocina tradicional mexicana y de otras regiones del mundo. Se puede preparar de mil y un formas y cada receta dota de identidad culinaria a la región que la acuña.
Sin embargo, dentro de la población mexicana el consumo per cápita de frijol disminuyó considerablemente en las últimas décadas.
En la tríada elemental de alimentos que se consumen en México desde tiempos ancestrales están el maíz, el chile y el frijol, la base de la llamada "dieta de la milpa". No hay región en el país donde al menos uno de estos no forme parte de la cultura gastronómica de los pueblos. Pero es precisamente en esta carga histórica donde radica el problema del consumo.
De acuerdo con lo publicado en un este artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México:
el consumo per cápita de frijol en México disminuyó en las últimas décadas porque se estigmatiza como una dieta proteica de pobres y la gente prefiere consumir más alimentos procesados.
Mientras que en 1980 el consumo por persona de frijol al año era de 16 kg, para 2021 fue de 9 kg, según el Panorama Agropecuario 2021 de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
A pesar de que los frijoles contienen aminoácidos –los componentes básicos de las proteínas que el cuerpo utiliza para sanar y producir nuevos tejidos, como huesos, músculos, cabello, piel y sangre–, muchas personas prefieren consumir otras proteínas menos asociadas con "lo popular" o "lo barato".
Además, diversos estudios muestran que los colores que tienen los frijoles en sus cáscaras son compuestos antioxidantes. Contienen almidón resistente a la digestión, que pasa intacto a la parte inferior del intestino, donde se encuentra la microbiota intestinal que lo utiliza, fundamental para la salud. Estos alimentos no son los responsables de los altos índices de obesidad en el país sino el cambio en nuestra dieta al sustituirlos por alimentos procesados, generalmente altos en carbohidratos, grasas y sal.
Si los frijoles se combinan con proteína de cereal, tienen casi el mismo valor nutricional que la carne. Asimismo, su cultivo no genera huella de carbono como la ganadería y la producción de alimentos de origen animal.
Si en México se logra superar el estigma social que pesa sobre esta semilla, su consumo podría resultar beneficioso para el medioambiente y así se podría empezar a transitar a mejores y más responsables formas de consumo.