In memoriam: David Graeber, el brillante (anti)líder de Occupy Wall Street
AlterCultura
Por: Jimena O. - 09/03/2020
Por: Jimena O. - 09/03/2020
Con motivo del fallecimiento de David Greaber este 3 de septiembre de 2020, compartimos esta semblanza sobre su destacada participación en el movimiento Ocuppy Wall Street, en septiembre de 2011. RIP
Una de las cualidades que hizo más atractivo al movimiento Ocuppy Wall Street (2011) fue la ausencia de una estructura jerárquica dentro de su dinámica y, más bien, su semejanza con una red o un rizoma, en una suerte de organización horizontal descentralizada.
Con todo, acaso por inercia de la conducta humana, surgieron figuras influyentes que fueron clave en la gestación y consolidación de una protesta que tuvo cierto impacto mundial por su resonancia con lo que le ocurre a millones de personas en la vida diaria. Una de estas figuras fue David Greaber, anarquista, antropólogo y experto investigador en la conformación del sistema económico actual basado en la deuda.
En aquella época, Graeber gustaba decir que tenía tres objetivos para ese año: promover su nuevo libro, aprender a conducir y lanzar una revolución global. Hasta ahora, de las tres, la que menos parecía avanzar era la segunda, ya que Graeber aún no consiguía tomar lecciones de manejo para dominar la máquina fordiana.
A sus entonces 50 años de edad, Graeber, profesor en la Universidad de Goldsmith, había participado en muchas protestas antisistema en distintas ciudades del mundo: Quebec, Génova, Philadelphia y Nueva York y, junto al editor de Adbusters, fue uno de los organizadores de Occupy Wall Street en sus inicios. Graeber participó organizando clases de resistencia no violenta, entrenamiento médico y legal y llevando al movimiento al Parque Zucotti (que es privado, por lo que la policía no puede desalojar de ahí a los manifestantes).
Graeber creció en una familia de anarquistas y desde los 11 años se interesó en el estudio de los jeroglíficos mayas, lo cual lo llevó a obtener una beca e iniciar una carrera académica que se ha visto truncada por su preferencia por la anarquía.
En su libro Debt: The First 5,000 Years, Graeber expuso una historia alternativa al surgimiento del dinero y los mercados, explorando la actitud ambivalente que existe ante la deuda, como obligación o pecado, motor del crecimiento económico y herramienta de opresión: por un lado se cree que pagar las deudas es un asunto de moralidad y por otro se percibe como malignos a aquellos que viven de prestar dinero.
Graeber señaló ahí que, a lo largo de la historia, la deuda ha servido como una forma para que los Estados controlen a sus ciudadanos y extraigan recursos de ellos (usualmente para financiar guerras). Y cuando las personas llegan a tener demasiada deuda, se desata algún tipo de revuelta.
El dinero no fue creado por comerciantes para facilitar el comercio, fue creado por los Estados para hacer más eficiente su recaudación de impuestos y para medir la propiedad. En el proceso se introdujo el concepto de precio y de un mercado impersonal que devoró las redes orgánicas de soporte mutuo que existían.
Graeber argumenta que el dinero convierte obligaciones y responsabilidades, elementos sociales, en deuda, algo que es puramente financiero. El sentido que tenemos de que es importante pagar la deuda corrompe el impulso de cuidar el uno del otro. La deuda se vuelve sagrada, cuando las relaciones humanas son en realidad más importantes.
Pero, si entendemos los orígenes de la deuda, entonces nos volvemos más flexibles a negociar las deudas cuando las condiciones cambian, ya sean estas hipotecas, tarjetas de crédito, deudas estudiantiles o de naciones enteras. Al respecto, esto dijo el antropólogo:
La soberanía pertenece a fin de cuentas al pueblo. Tú le diste a los bancos el derecho de crear el dinero que te es prestado. Colectivamente hicimos esto, y lo podríamos hacer de otra forma.
Perdonar una deuda, en un especie de jubileo mundial, sería notable "no sólo porque aliviaría mucho sufrimiento humano, sino porque será una forma de recordarnos que el dinero no es inefable, que pagar nuestras deudas no es la esencia de la moralidad, que todas estas cosas son arreglos humanos y si la democracia significa algo, eso es la habilidad de acordar para arreglar las cosas de una forma diferente", dice Graeber.
Artículo publicado originalmente el 11 de mayo de 2011, actualizado el 03 de septiembre de 2020 por su relevancia y como parte de la revisión del Archivo Pijama Surf.
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Imagen de portada: David Graeber (en camiseta de IWW, centro) con Brian Kelly en un rally del Día de Mayo por los derechos de los inmigrantes en Union Square de la ciudad de Nueva York. Esta fotografía ha sido ampliamente reproducida por diversas publicaciones, entre ellas Adbusters (Canadá) y Profil (Austria), Thomas Good (2007) / Wikimedia Commons