La piedra como ente catalizador del flujo universal y de los fenómenos naturales, es en sí una huella de la inefabilidad que absorbe al ser humano como ente participativo en el fenómeno de su propia existencia; al igual que de la formación del tiempo y del espacio, pone al hombre en contacto con su antigüedad y su presente, adhiriéndose a una tecnología de la supervivencia, potencializando un terreno lingüístico prealfabético-audio táctil, el hombre inscribe su historia en el tiempo materializando ideas y pensamientos signados en petroglifos, codifica la realidad en su habitar del mundo erigiendo una interfaz contenedora de los genes que al sedimentarse solidifican la carne humana.
Soluciones imaginarias
Erigir un jardín de piedras resonantes es de cierta manera un modo de acceder a una fuente de tecnología milenaria, conectar con nuestro tiempo y también con los antiguos; de esta manera la comunión entre memoria, historicidad y presente se hace viva en la cotidianidad como un solo objeto. Repensar desde allí la tecnología y los medios actuales, además de los roles de control y los lenguajes que construyen al mundo, convierte a las piedras en algo mas que "interfaces", dado que la forma de pensar un orden puede ser biológica, electrónica, etc. La principal característica atribuida es que conecta como instrumento al ritmo, la estructura, la presencia en el espacio visual y sobre todo en la vida, siendo allí donde la piedra adquiere relevancia en la experiencia estética.
Los investigadores Steve Guest, Caroline Catmur, Donna Lloyd y Charles Spence escriben en “Audiotactile interactions in roughness perception”:
Los sonidos producidos cuando tocamos superficies texturizadas con frecuencia proporcionan información sobre la estructura de esas superficies. Recientemente se ha demostrado que la percepción de la textura de las manos se puede modificar simplemente manipulando los datos de frecuencia de dichos sonidos relacionados con el tacto.
Esta investigación bien podría ser el acceso a una fuente de posibilidades que delimitarían el campo de la industria tecnológica a un terreno netamente científico enfocado en la relación hombre-ecosistema.
Litophone
La decisión de fabricar un instrumento como este, está influida por una cantidad de factores que advienen en la interacción de los sentidos en relación con la piedra como interfaz. El sonido y los datos que se extraen de la frotación con las manos, la sensación que genera esto en los cuerpos, la multisensorialidad empleada en un ente resonador y conductor de vibración acústica, puente hacia la antigüedad, la presencia del cuerpo en el espacio de la obra audiovisual y el contenido genético, histórico y metafórico coexistente en la petrificación del saber milenario, conducen al replanteamiento de la tecnología y la idea de progreso claramente atravesada por una cantidad de constituyentes de carácter biológico, cultural, político y socioeconómico, los cuales cohabitan dentro de un orden social sistematizado e instalan dispositivos de poder en el uso de las tecnologías y las interfaces que construyen al mundo, en un contexto determinante en lo que se refiere al control de masas, la industrialización tecnológica y los saberes impartidos en la sociedad. Se postula a la piedra interfaz como un modelo reproductor de soluciones imaginarias, re-pensando la tecnología e implicando otras necesidades urgentes inmediatas como políticas acordes con las leyes naturales.