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Conejitas desnudas idolatrando un huevo gigante, jugando en el Sol y entre collages surrealistas elaborados por Salvador Dalí en una sesión que apareció publicada en 1974

En 1973, Salvador Dalí aceptó dirigir una sesión de fotos para la revista Playboy. Tenía entonces 69 años y su amor al dinero era inagotable. "El significado de mi trabajo es la motivación del más puro dinero. Lo que hice para Playboy fue muy bueno y el pago estuvo a la altura de la ocasión", dijo el genio catalán. 

La sesión de fotos fue todo un acontecimiento en Cadaqués, un pequeño poblado marino. Los pobladores espiaron la sesión desde las montañas y llamaban a Dalí con cantos: "¡Maestro, maestro!", según narra Dangerous Minds vía Playboy.

Dalí trabajó con el famoso fotógrafo de Playboy Pompeo Posar, y juntos retrataron un huevo gigante, una serpiente gigante, algunos collages que mezclaban una botella de Coca-Cola con arquitectura renacentista y, por supuesto, las conejitas desnudas o semidesnudas jugando en el Sol. Se mezclan aquí la grandilocuencia de Dalí, el surrealismo más barroco en sus collages y el hedonismo en su versión americana y en su versión europea.