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Chile ha mostrado el camino para combatir la obesidad y la malnutrición en el mundo con esta ley que etiqueta todos los alimentos procesados que exceden estrictas normas de salud

Chile ha tomado un paso ejemplar en el control de la obesidad al implementar una ley que etiqueta de manera agresiva los diferentes productos que exceden las normas de salud según su contenido en diferentes medidas nutricionales. Esta medida necesaria y valiente ha hecho que en apenas 1 semana más de 70% de los productos procesados se lleven un etiquetado como “altos en azúcares”, "alto en grasas saturadas", “alto en calorías” o “alto en sodio”. Notablemente, muchos de los productos que llevan mensajes como "lite", "bajo en azúcar" o "natural" tienen ahora encima las etiquetas del gobierno que afirman lo contrario, mostrando el enorme engaño que representa el marketing de los productos.

La llamada Ley de Etiquetado entró en vigor el 27 de junio y además prohíbe que productos no saludables utilicen juguetes dentro de su empaquetado o en promociones como estrategia de marketing para seducir a los niños --esto de entrada impide la venta los famosos chocolates Kinder Sorpresa y de la Cajita Feliz de McDonald's. El espíritu de esto es evidente: se debe evitar hacer "caer en la trampa" a los niños para que consuman alimentos poco saludables con las carnadas de juguetes. 

Según cifras oficiales en Chile, uno de cada dos niños de entre 4 y 6 años de edad es obseso o sufre riesgo de serlo. 

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La medida, que ciertamente se revela como pionera, inteligente y valiente ante las presiones de las grandes corporaciones que fabrican alimentos, podría ser una excelente forma de combatir la obesidad en países como México, donde los índices son aún más altos que en Chile (según con la mayoría de las estadísticas).

Los niveles de obesidad en México se han triplicado desde la década de los 80 y actualmente más de 70% de los adultos entra dentro del rango de sobrepeso u obesidad (en el norte del país esto es aún más pronunciado). Esto ha hecho que México encabece la infame lista de los países más obesos del mundo, de acuerdo con varios rankings. Se cree que la obesidad mexicana está vinculada a la inundación del mercado nacional de productos procesados de origen estadounidense.

La propuesta de replicar la ley no es obviamente nuestra; el senador oficialista Guido Girardi mencionó su intención de hacerlo con el fin de combatir globalmente la malnutrición y la obesidad, para que todos los consumidores sepan lo que están comiendo.

La ley, junto con una campaña de información de lo que estas etiquetas significan y las enfermedades que producen los alimentos con exceso de azúcar, grasas saturadas, sodio, etc., podría ser una excelente medida para mejorar la salud en cualquier país del mundo.

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