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LOBSTER BOY: La sórdida y desquiciada saga del hombre con manos de cangrejo

Por: Andrés Cota Hiriart - 07/28/2016

Grady Stiles Jr. (mejor conocido como Lobster Boy) era un portento nefasto y corrosivo

Grady Stiles Jr. (mejor conocido como Lobster Boy) era un portento nefasto y corrosivo; compulsivo como pocos, déspota e irascible. Violento hacia sus semejantes y el resto de personas que se cruzaban en su camino. Controlador, rencoroso y engreído. Extraño por fuera, monstruoso por dentro. Proclive a los desplantes de rabia, amante del abuso físico y psicológico, golpeador de mujeres y niños e incluso asesino. Desplantes que lo condenaron a finalmente ser ultimado a sangre fría por encargo de su propia familia.     

Grady nació el 18 de julio de 1937 en Pittsburg, Estados Unidos, marcado por la deformidad que llevaba más de seis generaciones afligiendo a sus predecesores: la ectrodactilia. Una malformación congénita poco frecuente en la que las manos y los pies se presentan con aspecto semejante a una tenaza o pinza crustácea, de ahí el nombre coloquial con el que generalmente se le denomina: “el síndrome de las manos de cangrejo”.

ecrodactilia

Instado a seguir los pasos de su padre, Grady Jr. se enroló desde muy pequeño en las filas de los espectáculos de variedades humanas o freak shows. Donde rápidamente se ganó su mote artístico y poco más tarde llegaría a ser uno de los miembros más emblemáticos sobre el escenario ¾y uno de los más infames tras bambalinas¾ a lo largo de los casi 50 años que se extendió su carrera circense.

Durante este tiempo el buen Grady se casó dos veces y engendró descendencia en cuatro ocasiones, producto de las cuales nacieron otros dos miembros del árbol genealógico con la misma condición, una niña, de nombre Cathy, y un niño llamado Grady III, y que sirvieron a nuestro protagonista para ampliar su espectáculo realizando tours por las ferias del condado como “La familia langosta”.

lobsterFamily

La ectrodactilia (del griego: “ektóo”, abortar, y “dáktylos”, dedos) es una malformación hereditaria, de carácter autosómico dominante, en la que se registra una alteración durante la formación embrionaria que se manifiesta en que el producto adolezca de falta de dedos o bien que éstos estén fusionados con una hendidura en el metacarpio. Se estima que sucede en aproximadamente uno de cada 90 mil individuos, aunque existen reportes de una tribu que habita en el norte de Zimbabue, los vadoma, también conocidos como los hombres con patas de avestruz, en la que debido al alto grado de endogamia se presenta en uno de cada mil nacimientos.  

Vodomas

El cuadro de Grady era especialmente severo, imposibilitándole terminantemente poder caminar; por lo que tuvo que aprender a desplazarse utilizando los brazos, hecho que le confirió una fuerza física notable y lo dotó con dos extremidades superiores poderosas, que tiempo después utilizaría para atormentar a todos los que le rodeaban. Distintos testimonios afirman que valiéndose de sus pinzas, Lobster Boy era afecto a ahorcar a las víctimas de sus ataques de cólera y cuando esto no bastaba también los mordía.

Cuando la familia Stiles no se encontraba de gira con el circo, vivían en Gibsonton, Florida. Un poblado con tintes francamente surrealistas donde numerosos integrantes de los espectáculos de variedades humanas habitaban durante los meses de invierno. Gibsonton era denominada como Showtown USA y no resultaba extraño cruzarse por sus calles con gigantes, enanas, hermanos siameses o ver elefantes, monos y camellos amarrados en los jardines. 

Gibsonton

Fue en este poblado que Lobster Boy se entregó por completo a la bebida y que en consecuencia su lado oscuro terminó de aflorar, convirtiéndose en un alcohólico abusivo y depravado que golpeaba a su mujer e hijos con regularidad. Violencia doméstica que registró su ápice más cruento en 1978 cuando Donna, una de sus hijas, se enamoró y decidió comprometerse. Grady, que desaprobaba las nupcias y recelaba a su cría, tomó una escopeta y asesino al pretendiente una noche antes de la boda.

Durante el juicio Grady se comportó con proceder descarado y altanero, declarándose culpable en toda la extensión del término y no emuló signo de arrepentimiento alguno; por lo que fue sentenciado con homicidio en tercer grado. Sin embargo, debido a su malformación y a que sufría de cirrosis hepática aguda y enfisema pulmonar (fumaba dos cajetillas de cigarros diarias), ninguna prisión contaba con las condiciones para atenderlo, por lo cual, en lugar de ir a la cárcel, se libró con 15 años de libertad condicional.

Grady III hijo de Lobster Boy

Evidentemente Donna no le volvió a dirigir la palabra y su segunda esposa lo abandonó. Así que Grady optó por dejar los vicios y por un tiempo comportarse de acuerdo a las normas. Hechos que le valieron nuevamente el favor de su primera esposa, Mary Stiles, quien dejó a su marido en turno, un enano del mismo circo, y regresó a vivir al lado de Lobster Boy y sus hijos. Pero como bien pregona el dicho “árbol que nace torcido jamás su rama endereza” y a los pocos meses de haberse arrejuntado, el infame maltratador de las manos de cangrejo se dejó caer de bruces nuevamente en los abismos de la bebida y su hogar volvió a ser un infierno. Incluso peor que antes, pues envalentonado por haber salido impune del acto de asesinato, solía amenazar de muerte a su pareja y progenie diciendo “he matado anteriormente y librado la sentencia. Puedo volver a hacerlo cuando quiera”.

Los conflictos escalonaron hasta salirse totalmente de control, orillando a Mary a tomar medidas drásticas antes de que se registrara un daño irreparable o una nueva muerte a manos de las tenazas funestas. Y el 29 de noviembre de 1992, después de una pelea particularmente violenta, Grady Stiles Jr. encontró su final asesinado de un tiro en la cabeza mientras veía la tele en su casa de Gibsonton, Florida.

La policía determinó que el asesino, Chris Wyant, un vecino de 17 años de edad y también artista circense, había recibido mil 500 dólares de parte de Mary para hacerse cargo del asunto y dar un escarmiento a Grady. Después del juicio ambos, junto con Harry Newman, hijastro de Mary y en teoría la mente atrás del crimen, fueron condenados a prisión. Mary a 12 años; Wyant, el pistolero, a 27 años y Newman a cadena perpetua. Es curioso pero de esta manera Lobster Boy consiguió seguir torturando a los suyos incluso después de muerto.

lobsterBoy2

Twitter del autor: @cotahiriart