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Un mundo fascinante: cada vez que tomamos un vaso con agua podríamos estar bebiendo miles de millones de años

Cuando bebas agua dedica un pensamiento al manantial.

Proverbio chino

"El agua es vida", reza la frase popular que todos hemos escuchado en incontables ocasiones pero que pocos dimensionamos realmente. Y es que este líquido, su ineludible fluidez, es candidato a ser uno de los ingredientes más preciosos del universo. ¿Por ejemplo, si cuando bebes agua en un vaso, gesto obviamente rutinario, consideraras que ese líquido traslúcido que estás ingiriendo podría ser más viejo que el mismo Sol, no lo verías de forma distinta?, ¿lo revalorarías radicalmente? 

16TB-water-articleLargeAunque no está del todo confirmado cómo llegó el agua a la Tierra, una de las teorías más aceptadas sugiere que utilizó como vehículo partículas de hielo que flotaban en una nube cósmica hace 4 mil 600 millones de años, antes de que el Sol se estableciera en nuestro vecindario cósmico. Y de acuerdo con los cálculos astrofísicos, al menos la mitad del agua presente en el planeta tiene ese origen, es decir, la mitad del agua con la que interactuamos es mucho más vieja que el propio sistema solar.    

Este dato abismal es una invitación perfecta para redimensionar el valor del agua y el papel que este generoso elemento juega en nuestra vida y en el universo. Sin agua no somos y ella sabe más, mucho más, que nosotros. Pero además es un buen aliciente para reencantarnos con la realidad. A fin de cuentas la cantidad de aspectos e ingredientes presentes alrededor de, incluso, el más simple acto, por ejemplo beber un vaso de agua, es tan rica que pareciera no haber pretexto para no aceptar que el nuestro es un mundo alucinante, uno absolutamente propenso para ejercer la fascinación y, como consecuencia, el agradecimiento. 

Cuando bebemos agua bebemos miles de millones de años, y como sugiere Nicholas St. Fleur en el New York Times, bien valdría la pena brindar por eso. 

 

Twitter del autor: @ParadoxeParadis