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De cómo la ropa es capaz de modificar nuestras habilidades cognitivas

Por: Jimena O. - 04/05/2016

Los pilotos, políticos y médicos saben bien que el traje crea al personaje, pero parece ser que existe una razón psicológica para este efecto

La idea de que para "ser" hay que "parecer" puede abordarse desde muchos sentidos pero, ubicándonos desde la moda y el vestido, el hábito sí hace al monje, al menos desde una perspectiva psicológica. Según un estudio publicado en Social Psychological and Personality Science, la gente que utiliza ropa formal para completar una serie de tareas presenta un mejor desempeño cognitivo que si lo hiciera en ropa informal.

La corbata y los mocasines para hombres o los tacones y el traje sastre para las mujeres, además de ser instrumentos de opresión del patriarcado en cuanto transforman los roles de género en disfraces, tienen la capacidad de empoderar a sus usuarios y darles más confianza en sus propias habilidades y conocimientos, mejorando la creatividad (o la percepción de la misma). No sólo los demás notan que nos hemos esforzado en vestirnos --con lo que se interpreta que le damos seriedad a nuestro trabajo y a las situaciones sociales-- sino que perceptualmente nosotros mismos nos sentimos más presentes y concentrados.

Pero la ropa formal no es el único ejemplo del hábito que hace al monje: los atletas que utilizaron ropa roja durante los juegos olímpicos de 2004 ganaron más medallas que los que vistieron cualquier otro color; una investigación publicada en el Journal of Sport ande Exercise Psychology mostró que usar rojo también permitió que los fisicoculturistas levantaran mayor peso. 

Por último, un estudio del Journal of Experimental Social Psychology encontró una correlación entre el uso de batas de doctor y la percepción de inteligencia. A un grupo de voluntarios se le dieron batas, diciéndoles que eran de médico, y a otro grupo se le dieron las mismas batas, diciéndoles que eran de pintores "de brocha gorda". La gente a la que se le dio bata "de médico" tuvo mejores resultados en pruebas cognitivas complejas que los que tenían la bata de "pintor"; según los investigadores, las asociaciones de inteligencia que se relacionan con los médicos, a diferencia del trabajo manual asociado a pintar casas, hizo que los participantes "se creyeran el personaje", por así decirlo. Pero tal vez no haya diferencia para nuestro cerebro entre lo que es y lo que parece ser...