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Nuevo libro de la UNAM sobre la marihuana y la salud llama a un cambio de paradigma

Salud

Por: Jimena O. - 10/25/2015

El doctor Juan Ramon de la Fuente coordinó un interesante libro sobre el uso de la marihuana en México, el potencial terapéutico de esta planta y los estigmas que la acompañan

 

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En los últimos días se ha dado a conocer el resultado de la investigación del doctor Juan Ramón de la Fuente y la Universidad Nacional Autónoma de México en torno al tema de la marihuana en México. Se trata del libro Marihuana y salud, en el cual se investiga desde una perspectiva científica y social los usos, costumbres y efectos a la salud que tiene la cannabis, haciendo un zoom a la situación en México.

De la Fuente, quien es médico de profesión, explica lo evidente: "que en determinadas circunstancias, las sustancias conocidas genéricamente como cannabinoides pueden ser también potencialmente benéficas", algo que, por sí sólo, merece una revisión no sólo de las leyes que criminalizan a los usuarios sino también de los estereotipos y los prejuicios sociales que los acompañan.

El texto académico, del cual puede consultarse un extenso extracto aquí, es un estudio multimodal de la marihuana, una sustancia que "lo mismo ha sido sacralizada que criminalizada". En el libro se hace referencia al "contexto, la sustancia y el consumidor" como los factores que determinan el tipo de experiencia que se tiene, algo que recuerda al famoso set and setting del doctor Tim Leary en los 60, cuyo modelo fue luego también estigmatizado, llevando a décadas de tabú en el estudio científico de los efectos terapéuticos de las drogas psicodélicas, algo que apenas se empieza a revertir. 

Se lee en Marihuana y salud que "la estigmatización ocasiona la desacreditación y el desprecio de los usuarios, debido a los estereotipos y prejuicios que se ponen en juego y que, en última instancia, llevan a la discriminación", algo que se acentúa entre jóvenes socieconómicamente desfavorecidos. 

Entre las observaciones que se hacen podemos destacar la noción de que "fumar marihuana ya no define a un individuo" en la actualidad; aunque existen códigos compartidos, usos y predilecciones comunes entre los fumadores de cannabis, ya no se pueden designar como parte de un nicho social circunscrito particular sino que se interpenetran. Esto especialmente en países como Estados Unidos y Gran Bretaña, donde fumar marihuana ya no se percibe generalmente como una conducta inmoral o desviada. El texto no precisa que en estos países el uso de la marihuana empieza ser más aceptado que el de tabaco o alcohol, esto en relación a que la marihuana produce menos efectos nocivos para la salud.

La discriminación y la estigmatización operan a partir de un fetichismo de las sustancias, a las cuales "se les asigna poderes y capacidades contaminantes, como algo externo a la sociedad que amenaza a la población sana", es decir, se imbuye agencia a las drogas, una especie de poder mágico o diabólico que es en realidad una proyección de nuestros miedos e inseguridades. Los individuos que consumen son identificados como "en oposición a la sociedad", y son prejuzgados como potencialmente delincuentes o se les considera como personas moralmente laxas y deshonestas.

Los medios ofrecen una "visión negra que oscurece una realidad social más amplia": se etiquetan también las drogas bajo un mismo término general que no distingue entre las cualidades específicas de cada sustancia. La discriminación aumenta según las clases sociales o la extracción étnica, algo que podemos ver en el número de personas que están en la cárcel por posesión de marihuana, por ejemplo, en Estados Unidos, pues un porcentaje enorme son hispanos y negros. En México, cuando personas de clases bajas utilizan ciertas drogas ello se ve como un riesgo latente de "destrucción social" y es observado con reprobación, mientras que el uso por parte de jóvenes con mayor ascendencia económica es tolerado.

El gran problema de la estigmatización es que tiene la consecuencia de que genera "barreras importantes para acceder en forma libre y oportuna a un tratamiento adecuado". Así, personas que pueden en realidad estar enfermas son vistas como criminales, y la sociedad y el poder público las trata injustamente y las margina. Es por esto que es necesario realizar una campaña de información y de reeducación en torno al tema de las drogas. Este libro es una interesante aportación en torno a lo anterior.