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El encuentro de la pareja ideal puede necesitar de la destrucción del ego y los miedos irracionales
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Está comprobado: las estadísticas concuerdan en que el matrimonio hace feliz a la gente, por encima del dinero, de cualquier pertenencia y de la religión, por lo que muy probablemente, las personas felizmente casadas se sienten más dichosas que las solteras o las contrapartes divorciadas.

Pero hay un riesgo: aunque algunas parejas permanecen juntas casi por la eternidad (como esta pareja que lleva casada desde hace 87 años), aquellas que corren con la inherente posibilidad de un matrimonio ‘fallido’ resultan ser más infelices que su contraparte soltera, según las estadísticas.

De esta forma, en el panorama amoroso encontramos de todo: matrimonios felices e infelices y solteros empedernidos felices o solteros desesperados por encontrar el amor; cualquier situación sentimental es un arma de doble filo.

Independientemente del estatus, cada cual debe vislumbrar que, más que un romántico evento azaroso, el encuentro de la pareja ‘perfecta’ está bajo nuestro control, es una decisión que, como tal, se ve influenciada por numerosos factores, deseos, miedos e inseguridades; por lo tanto, no siempre es la más objetiva ni la mejor.

Esto podría explicar por qué un sinnúmero de personas se embarcan en matrimonios insatisfactorios.

No hay fórmula para el amor, pero ciertos expertos coinciden en que definitivamente hay errores que nos alejan del encuentro de la formula ‘relación feliz’, como sucumbir a estas actitudes:

  • Realmente no sabemos qué buscamos ni qué esperamos de una relación amorosa.
  • La sociedad ejerce presión y, cual dictador, incita al poco o nulo criterio, al conformismo (así como se pierde la esperanza en los gobiernos, se pierde en el amor) y a las convenciones.
  • La biología nos hipnotiza, mediante gradientes de concentración de neurotransmisores y ciclos biológicos que modulan cuerpo y mente (efectos físicos del enamoramiento). El amor se manifiesta en distintas partes del cuerpo.

Muy probablemente, la principal responsable de terminar en una relación infeliz e insatisfactoria es la presión de tener pareja para encajar en los eslabones sociales.

En medio del vórtice ‘pánico-presión’, diferentes e intrigantes tipos de personalidades humanas afloran:

  1. El romántico ‘amor-lo-puede-todo’: el amor es parte fundamental de una relación exitosa, pero existen muchos otros factores adicionales. La visión siglo XII de amor trágico y sufrido estilo Tristán e Isolda resulta más atractiva en los libros.
  2. ‘Sí, sí acepto’: matrimonio con X, Y o Z, da igual, con tal de pasar por el altar. Encarnación del miedo a la soledad, a lidiar con nosotros mismos, a creer que estar solo es peor que mal acompañado.