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Las dobles exposiciones le sirven a Steffens para ilustrar los estados de simultaneidad y fervor contemplativo del viaje ácido

Roger Steffens ha tenido una vida interesante: aprendió a tomar fotos mientras realizaba labores benéficas en Vietnam durante la guerra; poco después conoció a su esposa durante uno de sus primeros viajes de LSD. Escritor, guionista y uno de los expertos mundiales en música reggae (su colección de discos es legendaria), Steffens tuvo el viaje de su vida, pero a diferencia de otros hippies, él llevó un meticuloso y fascinante álbum fotográfico de sus experiencias.

Y es que las drogas químicas suelen asociarse a junkies, sordidez y falta de aseo. Pero existen ejemplos de que el equilibrio entre una vida contracultural en el seno del capitalismo es posible y que el LSD puede ser un compañero de viaje si se utiliza para abrir caminos en la conciencia despierta. Las dobles exposiciones le sirven a Steffens para ilustrar los estados de simultaneidad y fervor contemplativo del viaje ácido, por lo que la vida y su documentación se entremezclan literalmente en un diario de viajes.

Devon y Kate, hijos de Roger, abrieron una cuenta en Instagram para subir cada día un par de las miles de fotos de su padre, lo que eventualmente los llevó a producir un libro con SUN editions: The Family Acid. Roger ni siquiera tiene un smartphone, y cuando se asombra del número de seguidores en su Instagram, su hija responde: "Papá, Keith Richards estuvo en nuestra casa. Nada puede ser más cool que eso".