La imagen en Braille etéreo: "Adiós al lenguaje" (Jean-Luc Godard, 2014)
Arte
Por: Psicanzuelo - 11/15/2014
Por: Psicanzuelo - 11/15/2014
El cinefotógrafo de Adiós al lenguaje, Fabrice Aragno, comenta en una entrevista que le gusta trabajar con el maestro porque a veces lo manda a hacer tomas que necesita de manera solitaria; Godard no va con él. Es que para Godard la manera como una imagen comunica es por medio de lo que quiere decir semánticamente, la imagen no tiene cualidades particulares más que ser una encarnación del lenguaje.
Adiós al lenguaje consta de tres personajes principales, con varios otros que funcionan como satélites; ellos son una pareja heterosexual y un perro sin una raza definida.
Como consta en la entrevista el proceso 3D de la cinta es completamente casero, diseñado por el mismo Aragno, quien entendió que lo mejor era tener dos cámaras Canon 5D, en un rig, separadas a una distancia prudente. A mí en lo personal, el uso más revolucionario que le vi fue cuando se les ocurrió separar estás dos cámaras: una se queda con un personaje y la otra panea con el otro que camina a la derecha asesinando a tiros a una persona y regresando caminando a la izquierda, entrando al plano de la cámara que se quedó con el otro personaje para volverlo nuevamente 3D; constituye simplemente una acción cinematográficamente alucinante y deja un camino grande para explorar.
Godard desnuda a sus personajes físicamente, pero además intenta encontrar su alma por medio de la tercera dimensión, deambulando por la casa a distintas horas del día. El perro es eso que une a la pareja eternamente, el deseo animal como una mascota con un tiempo definido de existencia. Hay una pelea de la pareja; desnudos bajo el chorro de la regadera, se bañan de noche con una luz de frente injustificada impactándolos violentamente: es el perro que se ha salido de control.
Aragno llega a cambiar formato con otras cámaras dobles; por ejemplo la unión de las minúsculas cámaras GoPro, además de dotar de una nueva textura que se satura de color en la postproducción, vuelve mucho más orgánica la cinta con respecto al tema que es la desaparición del lenguaje. Es el lenguaje que queda escrito en la mente del que lo mira sin estar forzado a leerlo, es un lenguaje ahora digital que cobra otros significados ocultos que salen a la luz por medio de la pantalla de algún device electrónico. Godard, como siempre, se dedica a inundar la pista sonora de citas de grandes autores; en uno de esos momentos escuchamos a Monet que declara que la responsabilidad del artista es pintar lo que no puede ver. Así la película, por medio del 3D, hace aparecer lo que no se puede ver, el campo que está alrededor de todo y las intenciones.
Se menciona la escultura de Rodin El pensador: se compara con un hombre defecando; así, el personaje masculino comenta mientras caga desnudo en un excusado que eso sí es generosidad, ese acto de ponerse al nivel de todos, o por debajo. Parece que Godard habla de sí mismo en este acto creativo, bajando al último peldaño y compartiendo caca.
En muchas ocasiones la imagen se vuelve psicodélicamente digital, resultado del trabajo por medio de métodos contemporáneos que le brindan una saturación irreal de color, casi regresando a la postura impresionista, pero dotándola del caos del montaje que yuxtapone las imágenes de forma vertiginosa volviendo a comunicar algo más que la misma imagen y el que la mira. Parece ser la mirada del perro en términos ortodoxos de POV (toma de punto de vista), pero que en realidad es la mirada del mítico Jean-Luc Godard que extrañado contempla el mundo digital del que no forma parte, pero del que está habilitado para lograr reflexionar más profundamente, siendo el gran maestro del séptimo arte del siglo pasado.
En la televisión de la casa constantemente hay películas antiguas, en blanco y negro, que dejan claro que ese lenguaje análogo con el que todavía edita Godard está desapareciendo. Un mundo digital es completamente manipulable, el discurso puede cambiar en cualquier momento que se decida, no hay una realidad estable; estamos en el aire, por así decirlo. Godard lo sabe; sigue usando métodos análogos, viviendo así en un universo análogo, despidiéndose de otro universo que comienza a flotar por las nubes, alejándose.
Twitter del autor: @psicanzuelo