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5 escenas de películas de las últimas 4 décadas que muestran cómo el cine ha retratado la democracia, notando su carácter ilusorio

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La democracia es la gran ilusión retórica de nuestros días. Para Borges era sólo una superstición y para el novelista francés Louis-Ferdinand Céline el voto era una forma sofisticada de mantener contentos a los trabajadores (esclavos voluntarios) sin influir en el poder. Por otro lado la historia nos cuenta que la democracia fue parte de las luces más brillantes de la civilización, floreciendo en la época dorada de la razón bajo Pericles en Atenas (una luz opuesta a la visión espartana de control militar). Tal vez las cosas han cambiado, tal vez la historia es otra ilusión.

Compartimos aquí una lista de 5 escenas, basada en esta lista con algún añadido, que muestran de manera cómica o con una mordaz penetración cómo se vive la democracia en nuestra sociedad, siendo la política particularmente en Estados Unidos indisociable del marketing, las relación públicas y la manipulación de la opinión. Estas escenas muestran un linaje de prestidigitación política de épocas pasadas; un ejemplo más fresco sería ver cualquier escena de la serie de Netflix House of Cards.

 

En la película Election, de 1999, el director Alexander Payne muestra una elección escolar como un microcosmos de lo que sucede a escala nacional. Un profesor (el personaje de Matthew Broderick), ante la irritante presencia de una estudiante (Reese Witherspoon), decide alterar el conteo de los votos. Estados Unidos viviría dos procesos electorales en 2000 y en 2004 en los cuales existen dudas razonables sobre la integridad de las votaciones. 

 

En la película de 1972 The Candidate, Robert Redford encarna a un joven prospecto que gana el senado de manera inadvertida, casi como si fuera un juego. La película termina con la pregunta "¿Y ahora qué?", sugiriendo que realmente lo único importante era conseguir ser electo y después ya realmente no importa lo que se haga. 

En el clásico multipremiado de 1976 The Network tenemos un atisbo de la influencia del poder mediático y corporativo, que en muchas ocasiones va más allá del poder que tienen los políticos. En esta escena vemos cómo la democracia es una ilusión; lo que existe es la corporatocracia y los dictámenes del mercado. La cadena de TV que aparece en esta película como un suprapoder puede ser extrapolada a decenas de naciones.

Esta escena de Black Sheep muestra al personaje del comediante Chris Farley, el hermano de un candidato a gobernador, confundir a un público electoral con la audiencia de un programa de MTV: Rock The Vote. Un ejemplo de esta parte estilo Jackass que existe en los medios y en la política estadounidense. 

En Wag the Dog (1997), un operador político y un productor de Hollywood se unen para crear una guerra falsa en un vago lugar en los Balcanes que nadie en Estados Unidos conoce (revelando también la ignorancia geocentrista de muchos ciudadanos de este país) con el fin de que el presidente pueda ser elegido. La escena muestra, en términos del simulacro expuesto por Baudrillard, cómo la realidad de algo está dada por la televisión: si lo vemos en TV es que es real; si no, entonces no existe.