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Algunos mapas atribuidos al viajero del siglo XIII esbozan lo que parece ser la costa de Alaska

“Para un hombre que dijo haber pasado 17 años en China como confidente de Kublai Kan, Marco Polo dejó un delgadísimo rastro impreso tras de sí”, escribe Ariel Sabar para la Smithsonian Magazine. No hay fuentes asiáticas que mencionen al viajero italiano; lo único que sabemos de sus extravagantes paseos es lo que dejó en sus Viajes, que de hecho dictó a un escritor de romances. Pero ahora, una serie de 14 pergaminos están siendo estudiados exhaustivamente por primera vez en la historia, y nos dan una idea más clara de los viajes de Marco Polo y de algo que faltaba en su testimonio: mapas.

Si es que los mapas son genuinos, significa que Polo descubrió América dos siglos antes que Colón. Los mapas muestran la forma de la costa de Alaska y del trecho que separa a este país de Asia.

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“Significaría que un italiano obtuvo conocimiento de la cosa oeste de Norteamérica o escuchó hablar de ella por árabes o chinos”, dice Benjamin B. Olshin, un historiador de la cartografía cuyo libro, El misterio de los mapas de Marco Polo, sale en noviembre de este año.

Olshin, sin embargo, es el primero en admitir que la autenticidad de 10 mapas y cuatro textos está lejos de haberse establecido. La tinta no ha sido examinada y el único mapa que fue analizado bajo el estudio de carbono 14 data del siglo XV o XVI, una señal de que el mapa es, en el mejor de los casos, una copia.

Los mapas llegaron a América en el baúl de un inmigrante italiano bastante excéntrico llamado Marcian Rossi. De acuerdo con él, los documentos vienen de sus antepasados patricios que conocían a Polo y pasaron de generación en generación hasta llegar a él. Podría pensarse que él falsificó los mapas pero, según Olshin, estos contienen tantas inscripciones –alguna crípticas— en italiano, latín, árabe y chino, que difícilmente lo pudo haber hecho alguien sin educación exhaustiva al respecto (lo cual no describe al tal Marcian Rossi).

Marco-Polo

La sospecha principal respecto de la autenticidad de los pergaminos es que fueron hechos por las hijas de Marco Polo: Fantina, Bellela y Moreta, que incluso firman algunos de ellos. Marco Polo fue una celebridad cuando llegó de regreso a Venecia a contar de sus viajes y aventuras, y algunos de sus compatriotas dudaban de la veracidad de sus historias; sospechaban que eran meras fabricaciones salvajes de su imaginación (lo cual es, por supuesto, posible). Sus hijas pudieron haber revisado los papeles de su padre para asegurar su reputación.

Todos los pergaminos serán examinados con cuidado para saber si, en efecto, fue la mirada de Marco Polo la primera extranjera que descubrió este lado del mundo. Y siendo un personaje tan entrañable y hechicero, ojalá fuera así.