*

Solaris, un dispositivo que materializa tus ondas cerebrales sobre una superficie líquida

Por: Jimena O. - 09/12/2014

¿Quieres mover ferrofluidos con tus ondas cerebrales para crear arte? Diseñador ruso crea neurocasco que refleja tu actividad cerebral sobre una superficie acuosa

Screen Shot 2014-09-12 at 11.28.12 PM

Históricamente, la relación entre arte y ciencia ha resultado en un fortuito romance: dos de los lenguajes fundamentales del hombre confluyen en este diálogo y se estimulan mutuamente. En la actualidad la bonanza tecnológica se ha unido, en un emocionante threesome, y en los últimos años hemos sido testigos de instalaciones, intervenciones y piezas memorables que emanan de esta conjunción.  

Un grupo multidisciplinario de creadores se reunió para crear un dispositivo electroencefalográfico que, tras ajustarse en la cabeza a modo de un casco futurista, permite a una persona controlar el movimiento de ferrofluidos contenidos en una gran tina. El resultado es espectacular, ya que la simple noción de que tu actividad cerebral esté incidiendo directamente en un cúmulo de materia conlleva intrigantes implicaciones.

Solaris es el nombre de este dispositivo, ingeniado por el diseñador ruso ::vtol:: en colaboración con la artista Julia Borovaya, el químico Edward Rakhmanov y el neurofísico Alexander Kaplan. Su funcionamiento consiste, a grandes rasgos, en registrar las ondas cerebrales de una persona y traducirlas en estímulos que son transmitidos a un imán motorizado que, en consecuencia, induce movimiento espiral en el viscoso fluido negro.  

El concepto detrás de esta pieza es encantador, ya que el objetivo de su creador es crear una superficie en la cual quede impreso el estatus mental de una persona. Aquello que ocurre en ese jardín secreto que actúa como motor de nuestra respectiva realidad termina materializado en un estrambótico espejo líquido, metamental, lo cual entre otras cosas sugiere la incidencia directa del pensamiento sobre la materia, relación que aunque resulta difícil terminar de aceptar, podría ser una premisa fundamental para entender una faceta apasionante de nuestra existencia. 

Al respecto ::vtol:: advierte que su invento "visualiza el temperamento de la persona. El objeto copia tu organización mental y la traduce sobre su superficie líquida. El objeto se funde con el participante".