Análisis lingüístico muestra cuáles son los idiomas más optimistas
Arte
Por: Luis Alberto Hara - 09/10/2014
Por: Luis Alberto Hara - 09/10/2014
El primer estudio en cuanto al “estado de ánimo” de las palabras en distintas culturas fue hecho 1969 por un par de psicólogos de la Universidad de Illinois. Su conclusión fue que, sin importar la cultura, las personas tienden a usar palabras positivas más a menudo que negativas. Este hallazgo se conoce como la hipótesis Pollyanna, en honor a una novela de 1913 de Eleanor Porter acerca de una niña que intenta encontrar algo positivo en cada situación. Algo así como el proto-100 Happy Days que tenemos hoy.
Ese estudio, por supuesto, tuvo un alcance relativamente corto, y por lo tanto resultó ser sugestivo en lugar de conclusivo. Pero hoy tenemos un estudio increíblemente amplio sobre este tema, que fue llevado a cabo por Peter Dodds del Computational Story Lab en la Universidad de Vermont.
Su equipo midió la frecuencia de palabras positivas y negativas en un corpus de 100 mil palabras de 24 idiomas distintos alrededor del mundo. Su feliz conclusión es que los datos avalan la hipótesis de Pollyanna.
“Las palabras del lenguaje natural humano poseen una inclinación universal al optimismo”, dijeron.
Los lenguajes que usaron en la investigación fueron inglés, español, francés, alemán, portugués, coreano, chino, ruso, indonesio y árabe. Para cada lenguaje, seleccionaron 10 mil palabras usadas con frecuencia. Los resultados son bastante curiosos.
El español está al tope de la lista. Al parecer es el idioma con más tendencia a palabras positivas, seguido del portugués y luego del inglés. El chino resultó ser el idioma más triste. Pero esto fue sólo el comienzo de su estudio. El equipo también desarrolló un software que permite que cualquiera evalúe el optimismo o pesimismo de una amplia selección de novelas en los idiomas citados arriba. Te tomará 20 minutos saber si la novela que tomaste para leer va a tender al optimismo o a la tristeza.
El sitio también permite comparaciones entre las mismas palabras en distintos idiomas. Es decir, la palabra “regalo”, por ejemplo, no es lo mismo para un norteamericano que para un alemán. En una escala del 1 al 10, los alemanes calificaron esta palabra con un 3.54, mientras que los norteamericanos con un 7.72. Al parecer, cada lenguaje es un planeta distinto.
El estudio propone preguntas importantes para el futuro. ¿Por qué el chino es un lenguaje más triste que el alemán o el portugués? O, ¿por qué el español tiende tanto al optimismo? La lingüística y la psicología, cuando se encuentran, abren un jardín enorme para especular y acercarnos a entender a la humanidad.