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Una serie de piedras, que parecían moverse solas de manera misteriosas, habían dejado perplejos a científicos por décadas hasta una reciente investigación.

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Uno de los enigmas más poéticos de la naturaleza ha sido resuelto por investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía de San Diego: finalmente se ha observado el movimiento de un grupo de piedras que parecía deslizarse de manera furtiva, burlando el ojo humano.

En el Valle de la Muerte de California hay un lago seco en el que se había detectado un hasta ahora misterioso fenómeno: una serie de grandes piedras  que dejan huellas en zig-zag por cientos de metros en la arena, en un lugar que se conoce como Racetrack Playa, debido a los rastros que dejan las piedras. Por varios años, ante una causa desconocida, se bromeaba que las piedras sólo se movían cuando no había nadie para observarlas, en un juego fantasmagórico que se burlaba de los científicos. Por ejemplo, el caso de la piedra “Karen” que, con sus más de 300 kilos de peso, no se movió por 7 años y había desaparecido un año después cuando los investigadores regresaron (luego Karen fue identificada a más de medio kilómetro de donde se había localizado cuando se realizó el estudio).

Al final fue la ayuda tecnológica, la que permitió resolver el enigma. los investigadores colocaron desde el 2011 sus propias rocas con un GPS integrado para registrar las condiciones con las que estas formaciones minerales se desplazaban dentro del valle. Al parecer las piedras se mueven con cierto capricho. Para que el desplazamiento ocurra debe de haber una superficie inundada por la lluvia que fluye de las montaña con una profundidad que no cubra totalmente a las piedras. A esto se le suma un descenso nocturno en la temperatura que forma "una ventana de hielo". El sol luego derrite el hielo y crea estructuras resquebrajadas de hielo las cuales pueden actuar como "resbaladillas" cuando sopla un viento ligero y arrastrar a las piedras. Cuarteados trineos azarosos en el desierto. Cuando el lago se seca quedan los famosos rastros de las piedras deslizantes en el valle. Así que son varias las condiciones que deben de conjugarse para que este movimiento pueda ocurrir.