No pensarías que este es el país donde se fuma más marihuana por cabeza en el mundo
Por: Luis Alberto Hara - 08/07/2014
Por: Luis Alberto Hara - 08/07/2014
En muchos aspectos, Islandia parece un lugar de otro planeta --o quizás, el tuétano de este planeta en su mejor versión. En medio de un paisaje volcánico entreverado por glaciares, cuevas, géisers, auroras boreales --y hasta casas de elfos-- ha florecido una sociedad de gran sensibilidad y conciencia, dando lugar a una Constitución open source, a un sistema educativo vanguardista y a una política liberal que, entre otras cosas, parece favorecer el uso de cannabis. Nuevas cifras de la ONU muestran que Islandia encabeza la lista entre los países que más fuman marihuana per cápita: 18% de los islandeses fumó marihuana en 2012, según las estadísticas tomadas en cuenta para el reporte mundial de 2014.
Islandia destronó a Nueva Zelanda --otra isla paradisiaca--, que había encabezado la lista otros años, seguida de Canadá y de países como Holanda y Estados Unidos. Islandia no había aparecido en los primeros lugares en los últimos años, por lo que podría ser una anomalía estadística generada por el tamaño de la muestra --sólo existen 320 mil habitantes en Islandia, de los cuales 55 mil fumaría marihuana.
De cualquier forma, es evidente que existe una creciente popularidad en el consumo de marihuana en Islandia, un país cuyo clima no favorece particularmente el cultivo pero que en los últimos años ha desarrollado un movimiento de cultivo casero, con la ventaja de que la energía hidroeléctrica y geotermal en Islandia es muy barata.
La legislación en Islandia hace que las personas que cultivan cannabis reciban solamente multas (en algunos casos sí pueden ir a la cárcel, pero esto suele estar destinado solamente a aquellos que crecen sus operaciones más allá del promedio de una habitación dedicada).
La información sobre la posible legalización y la opinión pública es contrastante. Un reporte de Alternet sostiene que, pese al crecimiento en el consumo, la sociedad islandesa no ve todavía con buenos ojos el uso en público de la marihuana y muchos se oponen a su uso medicinal. También es cierto que leyes más permisivas no necesariamente se reflejan en mayor consumo --lo cual es otro argumento a favor de la legalización.