Si doblaras una hoja de papel 103 veces terminaría siendo tan gruesa como el universo
Por: Luis Alberto Hara - 07/20/2014
Por: Luis Alberto Hara - 07/20/2014
Entre el ocio hipersofisticado y el origami cuántico, este potencial ejercicio, cuyo proceso es bastante simple, incluso familiar, tiene un resultado mentalmente inabarcable. Se trata de especular sobre qué sucedería si aplicaras a una hoja de papel 103 dobleces, algo viable si contáramos con un papel suficientemente grande y la fuerza para replicar el doblez en ese número específico de ocasiones. Lo que sucedería es que terminaríamos con un "objeto" de papel que tendría un grosor del tamaño del universo observable, es decir, una distancia de 93 mil millones de años luz.
Aunque parezca difícil de creer, la explicación a esto es tan sencilla como racional:
Una hoja de papel tiene un grosor equivalente a un décimo de un milímetro. Si la doblo exactamente a la mitad, entonces su grosor se habrá duplicado. Si repito la operación, mi papel ya habrá alcanzado un espesor similar al de una uña. Tras diez dobleces la hoja tendrá un grosor equivalente al de mi mano, mientras que para el doblez número 30 ya habrá alcanzado un kilómetro. Para la cuadragésimosegunda ocasión, nuestra hoja de papel tendrá un espesor que conectaría el punto en el que me encuentro con la superficie de la Luna.
Si dudas de esta extravagancia, puedes hacer la comprobación matemática de la misma –y en caso de que los números no sean lo tuyo, entonces te invitamos a que procedas a la demostración física.
[Sploid]