La felicidad de las vacas está en mente de los granjeros, pero no necesariamente porque les importa su bienestar, sino porque una vaca feliz libera oxcitocina y la oxcitocina es clave para la liberación de leche. “Happy cheese comes from happy cows” (“El queso feliz viene de vacas felices”) reza un lema de la Campaña de Leche Real de California. Y ¿cuál es la solución para hacer felices a las vacas? Al parecer, R.E.M., Lou Reed y Simon & Garfunkel.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Psicología de Leicester, a las vacas les gustan los ritmos melódicos y fáciles de escuchar. Por ello, Modern Farmer organizó un playlist con los mejores hits bovinos de todos los tiempos llamado “Música para ordeñar”, que contiene las siguientes canciones:
“Everybody Hurts,” de REM.
“What a Difference A Day Makes,” de Aretha Franklin.
“Bridge Over Troubled Water,” de Simon & Garfunkel.
“Moon River,” de Danny Williams.
“Orinoco Flow,” de Celtic Woman.
“Perfect Day,” de Lou Reed.
Modern Farmer enfatiza que a las vacas no les gusta el heavy metal ni la música para bailar. Es sentido común pensar que vacas que pasan toda su vida conectadas a máquinas que les sacan leche sin que se puedan mover prefieran escuchar a Lou Reed que a Black Sabath.