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Las artes místicas del Tíbet en la ciudad de México

Por: Jimena O. - 06/06/2014

La tradición indica que los mandalas se deben de retirar poco tiempo después de su finalización, como un símbolo de lo efímero de la vida

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El tantra, una de las variantes del hinduismo y budismo, es una doctrina que utiliza el deseo como camino hacia la continuidad de la luminosidad (o realización personal). El objetivo es lograr una perfecta integración de la energía femenina y masculina a través del placer total (más que el sexual).

De acuerdo con la leyenda, los escritos tántricos aparecieron en las manos de Buda alrededor del siglo VI a. C.; existe un tantra de la mano derecha y uno de la izquierda. En ellos se detallaban técnicas de meditación, conducción sensorial y ritualización a través del acto sexual. Si nos damos cuenta, este enfoque es radicalmente diferente al resto de las doctrinas del yoga.

En el tantra se busca "fusionar los aspectos masculinos y femeninos del cosmos en un estado de conciencia extática”, a través del conocimiento, la práctica, la acción y la conducta. Para ello es necesario recorrer el sendero de la energía de Shakti a Shavi, es decir, de un estado de consciencia individual a uno de conciencia pura. El objetivo, al final del camino, es llegar a un despertar en un estado de “superconciencia”.

Uno de los cimientos para alcanzar ese estado es a través del mandala, una tradición artística que simboliza el universo en equilibrio, donde el dios de la Conciencia Pura (Shiva) y la diosa del Poder Dinámico y de la Energía (Shakti) dan origen a todo.

Hay diversos diseños de mandalas, cuyos patrones geométricos representan metafísica o simbólicamente el centro de todo, así como de diferentes materiales. Los dul-tson-kyil-Khor o mandalas de polvos de colores consisten en colocar, cuidadosamente, millones de granos de arena en una plataforma.

Desde el 4 hasta el 8 de junio, la ciudad de México disfruta de este arte tibetano. Puede tomar días (o semanas) en terminarse tan sólo un mandala. La tradición indica que los mandalas se deben de retirar poco tiempo después de su finalización, como un símbolo de lo efímero de la vida. De ese modo, la arena se coloca en una urna para usarse como un pilar de curación: la mitad se reparte entre la audiencia durante la ceremonia de clausura y el resto se lleva al río o lago más cercano. Para los tibetanos, “el agua lleva la bendición de salud hacia el océano, extendiéndose por el mundo para la sanación del planeta.”

Esta ceremonia tendrá lugar en el Palacio de Autonomía, donde se darán a conocer las tradiciones más antiguas del tantra. El Místico Arte del Tíbet estará desde las 10:00 hasta las 19:00 hrs., y el 8 de junio desde las 10:00 hasta las 17:00. La entrada es gratuita.