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“El suicidio es un tema difícil de hablar. La mayoría trata de evitarlo. Sin embargo, algunos de nosotros hemos experimentado personalmente una desesperación tan grande que hemos pensado en él como una opción”, escribe Donna J. Wan, autora de la serie Death Wooed Us, en su sitio.

El título de la serie es una frase del poema “Cottonmouth Country” de Louise Gluck (“Death wooed us, by water, wooed us / By land…”). Los paisajes de sus fotos, brumosos y poéticos, fueron capturados en los lugares donde más personas se han suicidado en la costa de California, llamados también “Destinos suicidas”. El puente Golden Gate de San Francisco y  el Dumbarton Bridge, también en SF, son algunos de los destinos que retrata. Wan nos invita a mirar imaginariamente la visión extensa de alguien que decide terminar su vida en un sitio como estos. Su lente apunta intencionalmente al gran horizonte (la niebla absoluta, en su caso) o a las profundidades que yacen debajo, para evocar la última visión que tuvo alguien.  

El trabajo se desarrolló desde un lugar profundamente personal. Ella sufrió de depresión postparto después de dar a luz a su hija en 2011. Fue ahí que el llamado (o Woo) aconteció en su vida. Estos “destinos” comenzaron a acecharla y, después de su recuperación, decidió documentarlos, con todo y la esencia solitaria y sobrenatural que los envuelve. Y aunque hermosa, la serie no pretende romantizar la extraordinariamente violenta naturaleza del suicidio, sino, en sus palabras, “ofrecer un atisbo surreal a los momentos privados y desesperados de aquellos que consideraron una opción que terminara su vida”.