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Cada vez más arqueólogos coinciden en que las culturas prehistóricas europeas utilizaban sustancias alucinógenas como parte de sus rituales funerarios, para abrir puertas entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos

funeral

Mostrar a los psicodélicos como peligrosas drogas ilegales ha sido un esfuerzo más de las sociedades occidentales contemporáneas, que buscan levantar un muro que nos proteja del ataque de los barbaros que nos acechan desde el pasado. Sin embargo, distintos arqueólogos han concluido que estas sustancias visionarias han jugado un papel integral en la mayoría de las sociedades humanas.   

Elisa Guerra-Doce, de la Universidad de Valladolid, ha encontrado que drogas como el opio y los hongos alucinógenos están directamente conectadas con los entierros rituals de muchas sociedades precapitalistas, siendo utilizadas como una forma de conección con el mundo espiritual.

En sus investigaciones, Guerra-Doce ha examinado cuatro tipos de documentos arqueológicos: fósiles de hojas, frutas y semillas de plantas psicoactivas; residuos que sugieren el uso de bebidas alcohólicas; alcaloides psicoactivos encontrados en artefactos y restos de esqueletos, y manifestaciones artísticas que atestigüen el uso de alucinógenos.

Se han encontrado remanentes de amapola en los dientes de un hombre adulto en un sitio neolítico de España, semillas de cannabis carbonizadas en Rumania, restos de cerveza en vasijas de cerámica en Iberia, y dibujos abstractos en los Alpes italianos que muestran el uso ritual de hongos alucinógenos. Muchos de estos restos han sido encontrados en tumbas y sitios ceremoniales, por lo que Guerra-Doce cree que su uso está fuertemente relacionado con los ritos funerarios.

No se tiene claridad sobre los detalles de estos rituales, pero se piensa que las sustancias eran utilizadas para ayudar a los fallecidos en su camino hacia la otra vida, o como un tipo de tributo a las deidades del inframundo. Su uso era sagrado y sacramental, por lo que debía estar regulado por las autoridades religiosas y chamánicas.

Si quieres saber más del trabajo de Guerra-Doce puedes hojear: "The Origins of Inebriation: Archaeological Evidence of the Consumption of Fermented Beverages and Drugs in Prehistoric Eurasia".