Aunque no necesitamos que ningún estudio científico afirme que un fumador tiene mayores dificultades para subir una escalera que un no fumador, una investigación de la doctora Karina Furlanetto de la Universidade Estadual de Londrina en Brasil mostró que los fumadores de tabaco tienen mayores dificultades también para cambiar de estilo de vida y mejorar sus hábitos.
El estudio publicado en Respirology consistió en hacer que 60 fumadores y 50 no fumadores utilizaran un podómetro durante al menos 12 horas al día (un podómetro mide la distancia recorrida a pie por una persona) durante seis días. Sin mucha sorpresa, los registros mostraron que los fumadores caminan menos que los no fumadores.
Lo que es interesante es que cuando los fumadores evaluaron su calidad de vida de acuerdo con su salud reportaron sentirse más cansados y sin motivación para modificar su comportamiento inactivo. Fumar reduce la capacidad pulmonar y dificulta hacer ejercicio, por lo que aunque un fumador trate de ejercitarse, su cuerpo se sentirá cansado incluso antes de comenzar.
Para Furlanetto, se trata del primer estudio "que ha demostrado objetivamente la disminución del nivel de actividad física en la vida diaria de fumadores adultos comparada con la de no fumadores", explicando que "además de presentar una pobre función pulmonar, capacidad de ejercicio, calidad de vida y síntomas de ansiedad y depresión, los fumadores también caminan menos que los no fumadores en su vida diaria".