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Muere Alain Resnais: para recordarlo, "Hiroshima, mon amour" y otras dos películas del gran director francés

Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 03/02/2014

La noche del pasado sábado murió en París Alain Resnais, uno de los directores franceses más originales, dueño de un estilo arriesgado que tuvo en la fragmentación visual y narrativa uno de sus principales recursos de experimentación fílmica.

resnaisEn la historia del cine, Francia ocupa un lugar destacado. De inicio, porque ahí fue donde los hermanos Lumière inventaron y presentaron su “linterna mágica”, ese mecanismo que a partir de entonces y hasta la actualidad serviría de entretenimiento para el gran público pero también de vehículo para el genio y el talento de múltiples personas, directores, fotógrafos, actores, iluminadores y otros varios oficios inmiscuidos en la difícil labor de la fabulación y la fantasía.

Pero incluso sin remontarnos tanto en el tiempo, la tradición fílmica francesa ha aportado a algunos de los mejores magos del mundo del cine, entre los cuales destacó notablemente Alain Resnais, fallecido la noche del pasado sábado 1 de marzo en París, a los 91 años de edad.

Resnais ganó reputación como un artífice experimental. En cierto momento de su carrera se le asoció con el grupo de la nouvelle vague por las técnicas utilizadas, por ejemplo, la fragmentación narrativa o la exploración visual de la memoria. Tal es el caso de Hiroshima, mon amour, sin duda su película más conocida, estrenada en 1959 con guión de Marguerite Duras y protagonizada por Emmanuelle Riva, un relato sobre las consecuencias de explosión nuclear en la susodicha ciudad japonesa contado de forma tal que intenta reflejar la condición traumática del hecho.

Por otro lado, en L'Année dernière à Marienbad (1961), Resnais recurrió a un recurso narrativo similar, esta vez en colaboración con Alain Robbe-Grillet (uno de los principales escritores del movimiento  Nouveau Roman) para simular la confusión entre planos temporales y la dicotomía sueños/realidad.

Finalmente, en Mon oncle d'Amérique, de 1980, el director francés elaboró una película menos arriesgada formalmente pero no en contenido, pues se propuso exponer las ideas del científico y filósofo Henri Laborit, defensor de ciertas teorías evolucionistas que confrontaban los intereses del individuo con las imposiciones de la sociedad. Además de colaborar en la escritura del guión, Laborit actúa como sí mismo en el filme.

Para recordar a este gran director, en Pijama Surf, vía el blog Cineteca Universal, compartimos las tres películas mencionadas. 

 

Hiroshima, mon amour (1959)

 

L'Année dernière à Marienbad, 1961

 

Mon oncle d'Amérique, 1980