17 incongruencias en el caso Colosio a 20 años de su asesinato
Por: Ana Paula de la Torre - 03/23/2014
Por: Ana Paula de la Torre - 03/23/2014
Según el historiador Enrique Krauze, Carlos Salinas de Gortari pretendía ser presidente en el año 2000. Salinas deseaba, según el intelectual, que su sucesor aplicara sus políticas neoliberales, o de "liberalismo social" –como el expresidente las nombraba: “Salinas buscaba permanecer en el poder a través de otra persona, a la manera de (Plutarco Elías) Calles; nombró a Colosio”. Aún hoy, Salinas defiende sus posturas ideológicas, y asegura que de haberse aplicado, México no habría sufrido la crisis económica del 94, generada, según él, por su sucesor, Ernesto Zedillo.
Cuando uno escucha a Salinas en diversas entrevistas, aparece como un tipo necio, sin capacidad de escuchar, apegado siempre a su posición. El término de su gobierno fue caótico, y de haber hecho las cosas bien, difícilmente habría finalizado de tal manera. Ese mismo hombre, que aún 20 años después de su mandato quiere aparecer públicamente, y pretende que sus ideas se perpetúen, es el mismo que miles de mexicanos consideran autor intelectual del asesinato contra el excandidato a la presidencia, Luis Donaldo Colosio.
Hace 20 años el asesinato de Colosio involucró una serie de anomalías que aún hoy generan suspicacia. A continuación una lista de rarezas alrededor del caso que, a mi juicio, siembran un justificado escepticismo sobre las versiones oficiales que, a pesar de inconsistencias o poca claridad, aún prevalecen:
¿Qué dice Mario Aburto?
La investigación sobre el asesinato de Colosio reunió más de dos mil declaraciones. Está comprobado que nos encanta creer en las conspiraciones, pero es evidente que las anomalías en el caso generan un enjambre de dudas. Los padres de Aburto grabaron en audio las conversaciones que han tenido con su hijo por más de veinte años. Entre sus declaraciones, éste asegura que las autoridades interrogaron a otra persona el día del asesinato que se parecía a él, y que tal persona resultó positivo en un examen de pólvora. Aburto asegura en las grabaciones que el verdadero culpable sería Rubio Mendoza, aquel joven que apareció muerto la misma noche del asesinato en un taller mecánico de Tijuana.
A 20 años de este penoso incidente, repasar el caso genera, irónicamente, más dudas que certezas. Sabemos que el sistema judicial en México es surrealmente incompetente y corrupto –recordemos que resuelve solo 0.08% de los delitos. Pero, las rarezas en el caso de este asesinato son tantas, que, aunque confiáramos en el sistema de justicia, no habría espacio para la certidumbre. México todavía tiene sed de justicia, como Colosio expresó en el más emblemático de sus discursos. La podredumbre que impregna a las instituciones mexicanas debe ser removida, para ello necesitamos una exigencia más enérgica de la sociedad, que a causa de la apatía, descarta promover cambios sustanciales para vivir un país justo.
Mario Aburto, día del asesinato
Mario Aburto, día siguiente del asesinato
Twitter de la autora: @anapauladelatd
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