El selfie, autorretrato fotográfico capturado a la distancia que permite tu brazo extendido, se ha consagrado como un concepto memético y uno de los términos más recurrimos dentro del slang actual. Pero también sugiere una cierta conducta masivamente adoptada, que a su vez evidencia patrones psicosociales.
Curiosamente, más que asociarse a esa invitación milenaria de practicar la auto-observación oriental, o al "conócete a ti mismo" del Oráculo de Delfos, el selfie parece estar más cerca de una especie de narcisismo contemporáneo: contémplate a ti mismo, pero no para entenderte mejor, sino para documentarlo y luego compartirlo abiertamente –y eso repetirlo decenas de veces. Tal vez este autoregistro tiene que ver con ese 'yoísmo' del que advierten algunos filósofos contemporáneos sobre la actual generación, o quizá simplemente responde a un primitivo llamado, versión pop, del auto fellatio. En todo caso, esta animación de Andy Martin nos ilustra a lo largo de sesenta segundos la naturaleza que rodea el acto repetitivo de ejecutar un selfie.