Con cerca de cuatro mil concurrentes, el Dalai Lama de 78 años dio hace unos días una charla en la Universidad de Santa Clara, en California, con el tema de negocios y ética corporativa. Y es que el lugar donde se llevó a cabo el encuentro con el líder espiritual está cerca de la Meca de producción de futuro, como algunos lo llaman: Silicon Valley, el Wall Street del siglo XXI.
Entre los asistentes se encontraron Charles Geschke, cofundador de Adobe y Jane Shaw, anterior jefe del consejo directivo de Intel, además de cientos de estudiantes de tecnología, a quien el Dalai Lama compartió una visión donde la compasión y el éxito de cualquier actividad humana no se encuentran desconectados.
Para el religioso, la infelicidad es el principio de todo tipo de explotación, tanto étnica como laboral, "a lo largo de la historia humana...", y a la pregunta sobre si hay algo que se pueda hacer, respondió: "Ante todo somos animales sociales. Hay emoción. Hay algo que nos une. Tanto en comunidades como en corporaciones."
¿Cómo podríamos derivar felicidad del odio y la competencia que existe en el medio corporativo? Para el Dalai Lama, esto tiene que ver con plantar "la semilla de la compasión" en los jóvenes, para que no se dejen seducir por la aparente relevancia de la vida material.
"Hoy en día necesitamos hacer especial énfasis en educar a la gente, en recordarle a la gente que el afecto es un sentimiento muy importante. Con ese sentimiento fuerte, cuaquier actividad humana puede convertirse en acción compasiva."
En palabras del Dalai Lama, incluso una cruenta actividad como la guerra "llevada a cabo con compasión, puede limitar el daño."
La recomendación general para promover la compasión en un entorno de competencia feroz como el de Silicon Valley, fue: "Sé honesto, veraz, transparente, y hazte cargo de tus trabajadores."