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El legendario plomero de Brooklyn y héroe de los videojuegos adquiere una dimensión cósmica al traslaparse en un nivel y ayudar a visualizar el multiverso.

Una de las interpretaciones preferidas de la mecánica cuántica es la de los muchos mundos de Hugh Everett, la cual sugiere que en cada acto de observación el universo se escinde en una copia de sí mismo. En un universo leíste este artículo sobre los universos que se bifurcan, en otro no; en un universo te encontraste con el vecino al salir a comparar tabaco, en el otro no, etc. Esto es lo que conocemos hoy popularmente como universos paralelos o el multiverso.

El sitio de la revista Discover sugiere que la mejor forma de visualizar esta complicada y fascinante teoría es este video de Super Mario en que podemos ver 134 intentos de completar un solo nivel en el Kaizo Mario World, una versión hackeada sumamente difícil de jugar de Super Mario World. Aunque la interpretación de los muchos mundos en algunos casos requiere de un universo infinito, para fines prácticos, 134 super marios superando escollos y tomando diferentes decisiones, pereciendo en la mayorías de los casos hasta encontrar el portal hacia la siguiente dimensión, cumplen bien con la tarea. 

supermario

La teoría de Everett fue revolucionaria al considerar que los observadores eran sistemas cuánticos, el acto de observar o medir la interacción de estos sistemas y por lo tanto un entrelazamiento, lo cual correlaciona sus funciones. Según el físico Sean Carroll, lo que produce la bifurcación es la interacción con el ambiente —con esto quiere decir con el resto del universo. Todo el tiempo estamos interactuando con el ambiente, reflejando luz, produciendo ruido, etc. Esto significa que nos estamos entrelazando con el ambiente, con otros sistemas cuánticos. Esta correlación de estados cuánticos es la que produce que los universos se bifurquen.

Podemos entender la vida según el ejemplo de Super Mario como diferentes sistemas cuánticos interactuando y obteniendo todos los resultados posibles, uno de ellos, al menos el de superar el juego. Esta lectura podría extrapolarse a una versión metafísica. Múltiples vidas bifurcándonos en distintos universos hasta que escapemos de este nivel hacia un nuevo sistema de universos. Aunque claro ese escape estaría ocurriendo simultáneamente, es decir en alguna de las oportunidades ya hemos salido de lo que los budistas llaman la rueda del karma.

Otro ejemplo, a la par de Super Mario, para entender la teoría de los múltiples mundos, es el cuento El Jardín de los Senderos que se Bifucran, de Jorge Luis Borges, una visión literaria que es una metáfora del tiempo mismo.