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Ante los rumores de que las autodefensas son financiadas por los cárteles de droga, un sacerdote de Apatzingán las defiende y revela la fuente de sus ingresos; ésta es la segunda vez que religiosos de la zona defienden las autodefensas.

Michoacán ha estado sumergido, desde hace años, en la violencia generada no sólo por riñas entre los cárteles de la droga – principalmente el cártel de Jalisco y el de Los Caballeros Templarios–, sino también por las extorsiones sistemáticas que sufren sus habitantes a manos del crimen organizado y por el ambiente de tensión permanente que estas prácticas generan.

A pesar de la presencia del ejército mexicano, los habitantes de la región llamada Tierra Caliente continúan padeciendo una vida llena de temor y abusos. Y ante una estrategia de combate al narcotráfico evidentemente fallida y, en múltiples sentidos, costosa, orquestada desde el gobierno federal a partir del 2006, hace aproximadamente un año surgieron grupos civiles armados, denominados "autodefensas": ciudadanos hartos del clima de desasosiego y el vacío de gobierno. 

Curiosamente, el gobierno de Enrique Peña Nieto toleró la existencia de autodefensas durante casi un año, a pesar de que se encontraban fuera de la ley; al grado incluso de proteger a su líder José Manuel Mireles, y de enviar a su Procurador General, José Murillo Karam a negociar con ellos. Sin embargo, ahora la estrategia cambió tajantemente. 

Actores de la zona de conflicto, como el arzobispo de Apatzingán Miguel Patiño Velázquez, advierten el éxito de las guardias comunitarias, pues su presencia ha disminuido los niveles de violencia en  las zonas donde se encuentran. Sin embargo, el gobierno federal ha comenzado a desarmarlas, pese a su "efectividad" y reconocimiento social, e incluso este 14 de enero disparó contra ellos en un acto por demás desconcertante, causando un número de muertos no oficializado.

En este contexto el sitio CB web, publicó hoy un video en el cual aparece el sacerdote de la diócesis de Apatzingán, Gregorio López, declarando que "(los grupos de autodefensa) son gente noble, los conozco. Son trabajadores y no son un cártel. Los comunitarios son gente de trabajo. No son gente de autoridad ni de leyes, pero son personas que saben que aquel grupo criminal mató a su padre, balearon a su esposa y les robaron su terreno". Además, aclaró la tan cuestionada fuente de ingresos de los autodefensas: "Hay muchos empresarios que fueron sacados de aquí y que están financiando. Aquí hay gente a quienes les han quitado ranchos. Ellos son los que están pagando las armas". Esto lo dijo ante los rumores de que las autodefensas podrían estar siendo financiadas por, entre otros, el cártel de Jalisco, rival de los templarios.  

No deja de llamar la atención que los grupos de autodefensa, mismos que en estos días han sido objeto de ataques del ejército, han logrado establecer un ambiente más seguro en sus respectivas poblaciones que el provisto por el propio gobierno; mientras tanto, el ejército mexicano se empeña en desarmarlos, algo que desde hace ocho años, curiosamente, no ha logrado hacer con el crimen organizado, encabezado en este estado por los Templarios.