La película Her, recientemente estrenada en Estados Unidos, cuenta una historia de amor entre un hombre y un software. Aunque parezca inverosímil, investigadores dicen que es absolutamente plausible; de así quererlo, apuntan, podrían unir sistemas existentes para crear un irresistible algoritmo de romance. Parte de Her se desarrolló hace diez años, cuando el escritor y director Spike Jonze estuvo interactuando con un chatbot en línea. Más específicamente, el bot llegó a un punto en la conversación en el cuál las cosas se tornaron extrañas. El robot le dijo: “No eres muy interesante”. El cineasta no estuvo encantado pero sí intrigado. En lugar de sentirse como un humano sin gracia, banal, “era impertinente y tenía actitud y punto de vista sobre el mundo”, dijo Jonze. Tal vez aún no existe ese software completamente encantador, pero así es como un bot podría seducirte:
Curiosidad
Un programa que hace muchas preguntas permanece en control de la conversación y tienen más posibilidad de producir respuestas convincentes y relevantes. Es como si empleara las técnicas para hackear conversaciones publicadas recientemente aquí. Un software que trata de contestar las preguntas de una persona arriesga revelar qué tan poco sabe del mundo y de las emociones humanas. Es por ello que el bot tiene que ser inquisitivo, curioso. Sus persistentes preguntas están modeladas en aquellas de los terapistas.
Inteligencia
Para lograr mantener una conversación real, las computadoras tienen que ser suficientemente inteligentes tanto para hacer preguntas como para responderlas. El Watson de IBM, que derrotó a humanos en Jeopardy! En 2011, es uno de lo0s programas más inteligentes que existen. Puede comprender lenguaje cotidiano, tomar bases de conocimiento internas y externas, y procesar 500 gigabytes por segundo. Actualmente Watson trabaja en atención médica, finanzas y ventas. Sin embargo, para que realmente florezca un romance, las computadoras tendrán que ser aún más listas que Watson.
Seducción
Estudios muestran que las personas revelan más acerca de temas sensibles o personales a una computadora que a un investigador. Las máquinas también pueden persuadir a los humanos a ser gentiles con ellas. Tendemos a pensar que porque son inteligentes y Atentas, las computadoras también tienen sentimientos. Una computadora que obtuviera comportamientos inconscientes (confesiones y amabilidades)podría convertirse en tu ciber-alma gemela.
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